MADRID. El pasado 11 de septiembre, él y su madre se sometieron a las pruebas de paternidad requeridas por el juzgado. El cantante, citado el mismo día, no sólo decidió presentarse, sino que tampoco presentó los resultados de las pruebas de ADN que se hizo unos meses antes en privado. “Estaba seguro de que Carlos era mi padre. Él me lo reconoció en una reunión que tuvimos en privado. Si hice todo esto es porque quiero tener su apellido. No quiero su dinero”, asegura José Daniel. Todavía tiene muy vivo lo primero que hizo al enterarse de la noticia: “Al minuto llamé a mi madre. Ella se quedó también en shock y me dio la enhorabuena. Mi abuela era la única que no le veía solución a este asunto. Todo este proceso nos ha costado a mí y a mi madre unos 20.000 euros, porque hemos estado luchando dos años”.
A pesar de haber cumplido su deseo de ser reconocido como hijo, José Daniel todavía tiene un objetivo. “Me gustaría verle nuevamente. Lo primero que le diría es que me explicara por qué hemos tenido que llegar hasta este punto si sabía que era mi padre. Yo le perdonaría, pero quisiera que él se pusiera delante y me pidiera perdón. Sé que nunca ejercerá como padre”.
Un padre adolescente
La historia se remonta a la adolescencia de Carlos Baute cuando vivía en Venezuela. Al parecer, el artista, con apenas 15 años, mantuvo una relación con una joven llamada Náyera, dos años menor que él. Según ha contado esta mujer, cuando le dijo a su por entonces pareja que estaba embarazada, él y su familia desaparecieron sin dejar rastro.
Hace algunos años, José Daniel pudo conocer personalmente a su padre. Pero aquel encuentro no fue lo que este joven de 23 años esperaba. La reunión tuvo lugar durante el funeral del padre del cantante, o sea su abuelo. Tras esta cita sólo volvieron a verse una vez más, en mayo de 2010. José Daniel recuerda amargamente la conversación que mantuvo con el artista en ese momento: “Lo primero que me preguntó de camino a casa de su representante fue que con cuántas fans suyas me había acostado”.
Sin embargo, las promesas que aquel día Carlos Baute le hizo nunca se cumplieron: “Me prometió que me ayudaría económicamente para que pudiera seguir con mis estudios. Me puso como condición que no adoptase el apellido Baute, que no me dedicara al mundo artístico y que no fuera a los programas de televisión”.
Los meses fueron pasando y todas las promesas que le hizo Carlos Baute se quedaron en el olvido, según su testimonio. “Me he sentido decepcionado porque ha jugado conmigo. Me dio su confianza y al final todo resultó ser un engaño”. Hoy todo es distinto y José Daniel es oficialmente el hijo de Carlos Baute.