Londres "¿Impaciente, yo? ¡pero qué cosas dices! Por supuesto que lo estoy" (...) "Pronto se me acabará el tiempo. Como me descuide, voy a estirar la pata". En tono de broma, el príncipe Carlos de Inglaterra, de 64 años, ha vuelto a revivir el debate de la sucesión al trono británico. Estas palabras son una reflexión en voz alta que, más allá de la ironía, dejan entrever la preocupación de Carlos por coger el bastón de su madre, la reina Isabel II, que a sus 86 años se encuentra en perfecto estado de salud y no parece tener intención de jubilarse. La confesión la realizó la pasada semana durante una visita a Dumfries House, una de las casas señoriales que conserva parte del patrimonio británico. El vídeo está colgado en la página web de Clarence House, la casa del príncipe de Gales y su esposa Camila. En 2008 se convirtió en el heredero que más tiempo lleva esperando para accedr al trono británico, batiendo el récord que ostentaba Eduardo VII. Tiene motivos para la impaciencia proveniendo de una familia tan longeva. La reina madre murió con 101 años.