Madrid. El actor español Tony Leblanc falleció ayer en su domicilio de Villaviciosa de Odón, próximo a Madrid, a los 90 años de edad a consecuencia de un fallo cardiaco, informaron fuentes familiares. "Nuestro recuerdo a este gran actor y nuestro pésame a su familia y compañeros", escribió la Academia de Cine sobre las 18.30 horas de la tarde en la red social Twitter. Ignacio Fernández Sánchez, conocido como Tony Leblanc, nació en Madrid el 7 de mayo de 1922 en el Museo del Prado de Madrid, donde su padre trabajaba como conserje y tenía la vivienda en el mismo edificio. Omnipresente en la década de los 60 y los 70, fue el galán cómico por excelencia en el cine, el teatro y la televisión española, en una exitosa trayectoria profesional recuperada en 1998 por Santiago Segura para la saga de Torrente, lo que culminó una carrera de más de 150 títulos en cine.

Leblanc comenzó trabajando como botones y ascensorista en el Museo del Prado. Un empleo que intercaló con el baile, proclamándose campeón de España de claqué en 1942. Debutó sobre los escenarios como figurante de Pastora Imperio y Celia Gámez, hasta convertirse en imprescindible en la comedia española, con títulos como Las chicas de la Cruz Roja (1958), Amor bajo cero (1960) y El día de los enamorados"(1959), en los que coincidió con Concha Velasco, su más conocida compañera en la pantalla grande. Antes de convertirse en el reconocido actor que fue, Leblanc inició una carrera en el boxeo, donde también triunfó, como El Tigre de Chamberí" al lograr en 1943 el campeonato de Castilla de peso ligero. Compaginó ese deporte con el fútbol -jugó con el Carabanchel CF, en Tercera División-, pero fue en los platós y los escenarios donde desarrolló finalmente su profesión, a la que tampoco impuso barreras, convirtiéndose en esporádico autor y director escénico además de empresario, como dueño de su propia productoraa finales de los años 50.

prolífico Al teatro llegó en 1946 con Las horas inolvidables, obra a la que siguieron Doña Mariquita de mi corazón y Cinco minutos nada menos. Colaboró con la compañía de Ana Mariscal en La maravilla errante (1947) y fue director y primer actor de la compañía de Manuel Paso. Luis Escobar le brindó varios de sus éxitos sobre los escenarios en el madrileño Teatro Eslava con Te espero en Eslava y Ven y ven al Eslava.

Además de los títulos ya citados, en el cine también destacó con La casa de los Martínez (1971), El Tigre de Chamberí (1957) y Los tramposos (1959), esta última dirigida por Pedro Lazaga, junto a Velasco, uno de sus compañeros habituales en el cine. Con él coincidió en ocho ocasiones, entre ellas la que fue su última película antes de decidir retirarse en 1975, Tres suecas para tres Rodríguez. Más de dos décadas después, Santiago Segura le recuperó para el cine con la saga Torrente, el brazo tonto de la ley (1998), lo que le procuró el Premio Goya al mejor actor de reparto de 1997 tras lograr uno honorífico en 1993. Este galardón revitalizó una carrera que le hizo repetir con Segura en Torrente 2: Misión en Marbella (2001), y Torrente 3: El protector (2005), dos de las cintas más taquilleras en la historia del cine español. En ese lapso de tiempo elaboró el guión de la comedia La terrible verdad de mis cuentos y publicó el poemario En la otra orilla de mi vida, además de obtener la Medalla al Mérito Trabajo, en 1980, y superar varias operaciones tras sufrir en 1983 un grave accidente tráfico que le incapacitó durante años. Leblanc mostró una gran mejoría en su estado de salud en la ceremonia de entrega de los premios Goya en la que fue galardonado y, en 2002, llegó otro premio, la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes. Antes de la oferta de Segura, Tony Leblanc recibió otras propuestas cinematográficas por parte de Luis García Berlanga y Antonio Mercero, que no aceptó porque no se encontraba totalmente recuperado y, en los últimos años, regresó a la televisión, participando en la serie Cuéntame cómo pasó.