Vitoria. No es un novato en esto, aunque sea joven. Va acompañado, aunque sea en un proyecto de marcado carácter personal. No edita un larga duración acompañado por todo tipo de extras, aunque publica una tarjeta de presentación compuesta por cinco temas. No es sólo Jon Basaguren, aunque él sea el cuerpo y el alma de Izaki Gardenak y de su CD Itsasargiak (Oihuka).
Curtido en Akatu pero responsable también de otros proyectos como Johnny & Joseph, Basaguren da ahora un paso lógico para quien le haya visto en solitario, por ejemplo, el pasado mes de mayo en las tablas del Gora o en medio del último Azkena Rock Festival durante su participación en la programación paralela del Jardín de Falerina. Esas y otras actuaciones fueron el preludio de la grabación, en septiembre, de este EP que ayer se presentó en Gasteiz, ciudad en la que el cantante, compositor y guitarrista ha vuelto a residir y donde arrancará la gira de presentación del trabajo con un concierto este mismo sábado.
Será en una actuación compartida en el escenario del Gaztetxe (la cita, que servirá para presentar la programación de Hala Bedi, comenzará a las 18.00 horas con la participación de diferentes grupos como La Doggy Party o Nublia, siendo el turno de Izaki Gardenak a las 21.00 horas), un primer paso que el 23 seguirá en Pamplona (la otra casa de Basaguren) para llegar el 6 de diciembre hasta Durango, es decir, en el arranque de la Azoka.
Itsasargiak son casi 20 minutos de americana, de rock y de pop, cinco temas en los que el euskera se deja querer por una música influenciada por los sonidos del sur de Estados Unidos y por el sello británico, un caramelo necesario "en unos tiempos en los que hay que apostar por hacer las cosas de manera diferente, proponiendo a la gente un primer acercamiento a un grupo como éste por un precio muy asequible; dentro de un año seguro que tenemos entre las manos un álbum de larga duración pero no podemos actuar como siempre puesto que eso hace que los almacenes estén llenos de discos que cuestan 20 euros", como explicó ayer Anjel Valdés, responsable de Oihuka.
Con él contactó Basaguren a golpe de e-mail y también gracias a las nuevas tecnologías fue el músico engatusando a los cuatro amigos que han aceptado ser sus compañeros en este particular viaje, a pesar de que no todos viven precisamente cerca. Libe Garcia de Cortazar (Neubat, Sorkun), Joseba Baleztena (Sexty Sexers, Sumisión City Blues, Joseba B. Lenoir), Iker Fernandez (Akatu, Virenque) y Eneko Leza (Khous, Virenque) han sido esos cómplices necesarios a la hora de dar forma, tras muy pocos ensayos todos juntos, a un trabajo registrado en los estudios navarros Aberin Road junto a Iñaki Llarena.
El resultado final va a sorprender a aquellos que en la mente tengan a Akatu. Aquí nada de metal ni de hardcore. "Sin más, en un momento dado compuso unas pocas canciones, ofrecí algunos conciertos, me gustó y empecé a darle vueltas a la posibilidad de grabar lo que estaba componiendo", describió Basaguren, quien aseguró que "le hemos dado muchas vueltas a todo, desde el sonido hasta el diseño".
Sencillez, que no simpleza, y cierto aire de optimismo. Bajo esas dos premisas se dibuja este Itsasargiak, un trabajo "que no sólo está hecho para jóvenes, en el que se habla de las cosas de la vida, de sensaciones en las que todos nos podemos sentir identificados", describió Valdés. "No hay que preocuparse por la rentabilidad de una apuesta así ni en esta época de crisis ni en otras, porque en realidad nunca nos hemos enriquecido con este negocio. Lo importante es la música y estoy seguro de que Izaki Gardenak va a conectar con mucha gente", remató.
De todas formas, ese camino está todavía por hacerse. La salida del EP supone cerrar una senda, la que ha traído a Basaguren hasta este momento, y empezar otra, la que supone ir abriendo boca entre el público.