PALMA. El pintor y escultor alemán Alfred Lichter falleció el pasado jueves, a los 95 años, en su casa de Alaró, localidad mallorquina donde estaba afincado desde hace más de treinta años.

Hasta horas antes de su fallecimiento, el artista, que concibió gran parte de su obra en Alaró, se mantuvo en activo.

Alfred Lichter se encontraba trabajando sobre su nueva creación pictórica, unos juegos de manchas y trazos en policromía de fuerte impacto visual en gran formato, con "el personal y característico pulso que ha marcado gran parte de su obra", señaló la Fundación Licher Alaró en un comunicado.

El artista y sus colaboradores estaban además ultimando la organización de una exposición colectiva con obras de Lichter y varios artistas mallorquines, un proyecto que seguirá adelante, según la fundación.

El curriculum creativo y expositivo del artista alemán es prolijo y ha caminado de la figuración a la abstracción.

Desde sus incipientes estudios en la Escuela Superior Gráfica y en la Academia de las Artes de Berlín o sus estudios con Max Kaus, el recorrido de Lichter ha congeniado con diferentes movimientos, hasta encontrar su propio camino con el cambio de siglo.

Especialmente comentadas han sido sus esculturas en poliuretano. Su serie más conocida es Capriccio, expuesta por primera vez en 2006, una de las más extensas y fundamental en la última etapa de su carrera por suponer su alejamiento definitivo de la figuración para seguir su búsqueda en la abstracción.

El recorrido de sus exposiciones artísticas se ha centrado en Alemania y Mallorca.