Vitoria. Un mes con 16 conciertos que ya está en marcha. La nueva edición del Bernaola Festival subió ayer su particular telón sobre las tablas de la sala Jimmy Jazz, un pistoletazo de salida que supone desplegar a lo largo de este mes un cartel dividido en varias secciones con las que mostrar el presente y futuro de la música, con las que poner en valor a intérpretes y compositores locales, con los que atraer a Álava diferentes referentes internacionales de los que disfrutar y con los que establecer distintas redes de colaboración. Así se configura una cita que volverá que tendrá como centro de atención a Gasteiz aunque, como ya ha sucedido en alguna ocasión anterior, también saldrá a la provincia para, más en concreto, estrenarse en Salinas de Añana.

Los ciclos Música Contemporánea, Otras Músicas y Jóvenes Intérpretes (ha desaparecido del mapa la sección dedicada a la Música Antigua) compondrán un programa impulsado una vez más desde el Espacio Sinkro del Conservatorio Jesús Guridi, espacio que, por cierto, será sede de la mayor parte de las actuaciones junto a la ya mencionada Jimmy Jazz (las citas aquí serán las únicas de pago), la iglesia del Carmen, la Escuela Luis Aramburu y en Nuestra Señora de Villacones, iglesia parroquial situada en Salinas (con estos conciertos se quiere apoyar, además, la candidatura del Valle Salado para ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco).

Tras la inauguración vivida ayer por la noche en la calle Coronación, hoy mismo el Bernaola Festival dará nuevos pasos. Lo hará, en concreto, en la Sala Amárica, espacio que se suma a una programación que, tras el paréntesis de hace un año, vuelve a contar con el apoyo de la Diputación. Desde las 20.00 horas, el proyecto No Limits unirá electrónica, música y danza en este lugar.

Después se irán sucediendo las citas con estrenos de obras de compositoras como Zuriñe Gerenabarrena, presentaciones de CD como el que Sinkro ha dedicado al maestro Carmelo Bernaola (director durante años del Jesús Guridi e impulsor del espacio de electroacústica y del certamen que ahora lleva su nombre), recitales con jóvenes promesas... Todo, al parecer, sin sufrir los problemas económicos de hace un año, cuando los responsables del festival aseguraron que la situación era tal que habían tenido que pedir a los músicos y demás agentes participantes un ajuste en sus cachés.