Madrid. Skyfall, la nueva entrega de la saga James Bond, se presentó ayer en Madrid en un acto al que acudió gran parte del equipo. Tanto su protagonista, Daniel Craig, como el actor español Javier Bardem, asistieron acompañados por el director, Sam Mendes, y los productores Barbara Broccoli y Michael G. Wilson.

La crítica ha situado a Bardem como uno de los mejores villanos de las películas del famoso agente 007, su "primer monstruo" de película, según destacó el actor, aunque él prefiere atribuir el mérito al "trabajo" de un equipo con una "gran calidad humana y profesional". "Es muy difícil llegar a un lugar donde hay una familia construida y hacer un papel pequeño. Para eso necesitas calor y cariño", dijo. Para el actor, no hay duda de quiénes son los villanos de hoy: "Quienes rescatan a los bancos en vez de a las personas y los que hacen que los bancos no piensen sinceramente lo que significa un desahucio para tantas personas".

Esos villanos "son reales", mientras que el suyo "es de ficción y forma parte del ocio y el entretenimiento", afirmó convencido Bardem, entre los aplausos de los periodistas asistentes. "Evidentemente ellos pueden hacer más daño del que puedo hacer yo en esta película, desgraciadamente", lamentó. A pesar de la magnitud del proyecto, afirma que lo que sentía todos los días durante el rodaje era que formaba parte de "una película independiente de bajo presupuesto". Esto se debe a la "libertad extraordinaria" con la que construyeron las escenas, los diálogos y los personajes, ha explicado.

De hecho, en su caso el actor se sometió a un gran cambio de aspecto: su pelo es más largo y rubio. Tanto esa peluca -un "daño colateral", bromeó- como su peculiar vestuario debía "tener sentido" y no ser "gratuito". "Buscamos un look incómodo de mirar" para alguien que coloca al protagonista en una situación complicada. En este sentido, Sam Mendes señaló que Bardem estaba "lleno de ideas" respecto al villano al que interpreta. "Cuando miró a cámara y vimos la apariencia final descubrimos que había funcionado, afirmó al director".

Desde su estreno, la 23ª entrega de James Bond, en cuyo reparto también aparecen Ralph Fiennes y Judi Dench, ya ha recaudado 77,7 millones de dólares (más de 60 millones de euros), unos datos satisfactorios para el equipo, ya que aún no se ha estrenado en EEUU. En palabras de Mendes, "esta película ha recaudado más en un día de lo que ha recaudado su último proyecto".

Daniel Craig, protagonista de esta y otras dos entregas anteriores de la saga, confesó que Goldfinger es su película favorita del agente 007. "Es muy difícil no ser fan de Sean Connery", admitió.