Málaga. Victoria Abril ha afirmado que cuando una actriz cumple 40 años deja de ser "ese objeto oscuro del deseo" de los directores, por lo que, a partir de esa edad, los papeles e historias "más interesantes" las ofrecen las mujeres cineastas.

"A partir de los 40 los hombres no saben qué hacer con nosotras. Tienes acceso a los papeles de malas, que son muy divertidos, pero que no puedes tirarte toda la vida interpretando. A partir de esa edad, las mujeres escriben mejores historias para nosotras", asevera Victoria Abril.

Defensora acérrima del cine europeo, Victoria Abril califica su experiencia en Hollywood como "aburrida" y asegura que fue como estar en una "prisión de oro", pero al fin y al cabo "una prisión"; aunque afirma que si tiene que volver por trabajo lo hará, pero cuando lo termine regresará "corriendo".

Recuerda que se marchó a París, donde reside desde hace treinta años, "por amor" y no por su carrera, aunque residir en la capital francesa le ha facilitado tener una trayectoria cinematográfica europea.

Victoria Abril apunta que no tiene "intención ni necesidad" de dirigir ninguna película y que el hecho de haber dirigido el making off de la cinta La mujer se secaba las lágrimas (Macedonia, 2012) fue por dejar un recuerdo grabado de una cinta a la que ha calificado de "entrañable y auténtica".

Al preguntarle el nombre de directores con los que le gustaría trabajar, la actriz se muestra tajante y no quiere dar ninguno, ya que "elegir es renunciar", por lo que trabajará con "el próximo" que le llame "con mucha pasión", porque ya no hace "castillos en el aire".

Además de actriz también se ha aventurado con la música a través de la publicación de dos álbumes, Putcheros do Brasil (2005) y Olalá! (2007), con los que alcanzó el éxito en casi toda Europa, salvo en España. "La verdad es que no he entendido por qué el mercado español me ha cerrado. Me hubiese gustado que de los 500 conciertos que hice uno hubiese sido en España" lamenta la actriz.