Valladolid. El drama ocupará un lugar destacado en la "cosecha" de proyecciones que se exhibirán a partir de hoy en la 57 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), tal como señaló ayer su director, Javier Angulo, que se ha fijado como "reto" alcanzar la cifra de 60.000 espectadores.

Angulo puntualiza que, al margen de estos trabajos, el festival tendrá "algo de comedia" de la mano del director finlandés Aki Kaurismäki y "tres o cuatro cintas realmente emocionantes", al tiempo que reiterará su apuesta por "directores no famosos". El responsable de la Semana Internacional de Cine de Valladolid rechaza que la oferta se dirija a un "público minoritario", sino que haya "un poco de todo", un cine "que haga pensar y sentir", en lugar de "películas densas y duras que no se entiendan". También recuerda que la "esencia" del festival está en la calidad de su cine y no en la alfombra roja. "Aquí no perdemos la perspectiva, somos un festival de autor, las estrellas han sido los directores y vamos a seguir en esa línea", aunque apunta que "aún así" se buscará que haya "fiesta en la calle" con famosos que "creen afición al cine", siempre que vengan a presentar trabajos, nunca "como floreros".

En cuanto al objetivo de alcanzar los 60.000 espectadores, el director de la Seminci enfatiza la importancia de "llenar las salas como sea", para lo cual se realizarán labores de promoción en centros educativos y en la Universidad, ya que en Valladolid "hay paladar de cine" y "un buen festival tiene que tener dinero, buen cine pero también una ciudad detrás".

Patrimonio Al mismo tiempo, insiste en que el festival "no es sólo de Valladolid", sino "patrimonio de toda Castilla y León" y defiende que "llenar las salas es otra forma de ayudar a que sobreviva el festival" en unos momentos "delicados" por la crisis económica. En este sentido, reconoce que "el mínimo para organizar un festival de calidad son 2,5 millones de euros", mientras que el presupuesto para esta edición es de dos millones, con los cuales "hay que traer películas, actores y actrices" para "crear un ambiente en el que la gente consuma cine a todas horas durante ocho días". Por ello, subraya las "dificultades" para encontrar financiación, lo cual le supone "el 50%" de su tiempo, pero destaca la actitud "heroica" del Ayuntamiento de Valladolid, que aporta 1,2 millones de los dos con que cuenta la organización, así como de la Junta de Castilla y León, que destina 140.000 euros; la Diputación Provincial, y el Ministerio de Educación y Cultura.

Aunque admite que las instituciones "están ahí" y lamenta que en España no exista "una cultura de inversión de capital privado en cultura", a diferencia de "lo que sí ocurre con el deporte", lo cual puede responder a que "las desgravaciones sólo son del 18%, mientras que en otros países llegan al 30, 70 e incluso al 100%".

Por otro lado, Angulo augura una "criba natural" del número de festivales que existen en España. "Sólo podrán sobrevivir uno por comunidad o, como mucho, por provincia". A pesar de todo esto, asegura que "no se atisban nubes negras" en el horizonte de Seminci y muestra su deseo de renovar su contrato, que concluye en diciembre, y de continuar al frente del festival hasta su 60 edición. "Estoy feliz aquí, a pesar de los momentos difíciles que me han tocado", afirma.