Sitges. El peculiar filme El bosc, de Óscar Aibar, a medio camino entre el cine de extraterrestres y el de Guerra Civil, fue bien recibido ayer en el Festival de Sitges, en una jornada donde la nota de color la pusieron Alaska, Vaquerizo y Santiago Segura, dobladores de Hotel Transilvania 3D.
Combinar extraterrestres y Guerra Civil puede parecer una marcianada, pero el catalán Oscar Aibar ha conseguido una acertada revisión de los dos géneros cinematográficos que abordan estos temas en El bosc, una adaptación de un cuento de Albert Sánchez Piñol. La película narra la historia de una familia del Matarranya (Bajo Aragón), que esconde un secreto ancestral: cerca de la masía donde viven aparecen dos veces al año unas misteriosas luces que llevan a otro mundo.
UNAS LUCES EXTRAÑAS Cuando estalla la Guerra Civil y las milicias anarquistas toman el poder en la zona, el propietario de la masía (Àlex Brendemühl) es acusado de fascista y se ve obligado a atravesar las luces y desaparecer. Su mujer, papel que interpreta Maria Molins, se queda con su hija de pocos meses y tiene que lidiar en solitario contra las desventuras que le depara la guerra.
Durante los dos años de Guerra Civil que narra el largometraje, la protagonista recibe en tres ocasiones la visita de su marido, que vuelve cambiado y cuenta extrañas historias de seres fantásticos.