sitges. El director Daniel Calparsoro aborda la injusticia en su última película, Invasor, presentada ayer en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.
Tres vehículos militares entran en una ciudad iraquí bombardeada, y de su interior bajan un grupo de soldados que escoltan al equipo sanitario que recoge a los civiles heridos. La acción trepidante de esta escena y el tema que aborda podría hacer pensar en un filme bélico norteamericano, pero los soldados son españoles y la película la firma Daniel Calparsoro. En Invasor, el director vasco se centra en la violencia bélica, pero "no se trata de una película de guerra banal, sino que la guerra es el trasfondo de una historia sobre la pérdida de valores". El tema principal del filme es el dilema de su protagonista, que interpreta Alberto Ammann, que se ve obligado a elegir entre silenciar lo ocurrido en Irak para salvar a su familia y a sí mismo o seguir el dictado de su conciencia y contar la verdad. El personaje, al que da vida Alberto Ammann (Goya al Mejor actor revelación por Celda 211), se encuentra en Galicia con su mujer, una papel que interpreta Inma Cuesta (Amar en Tiempos Revueltos), y un alto funcionario del departamento de Interior, que quiere evitar que salga a la luz lo que ha pasado en Iraq (Karra Elejalde). Este actor borda el papel de villano, que no duda en utilizar métodos expeditivos para evitar el escándalo. "El sistema siempre gana", sentenció Elejalde, que ironizó sobre su personaje y dijo que "no es malo. Él vela por el interés de todos nosotros, por mantener limpia la marca España. Lo intenta hacer de buenas maneras, negociando, pero no le dejan otra salida que la que toma". El productor Juan Gordon explicó que intentaron obtener el apoyo del Ejército para conseguir más realismo, pero el ministerio de Defensa les negó su ayuda tras leer el guión.