Donostia. François Ozon se hizo anoche con la Concha de Oro y el premio al guion en la 60ª edición de donostia con su comedia Dans la maison (En la casa), dejando hueco para la Blancanieves de Pablo Berger, que obtuvo el Premio Especial del Jurado, y conchas de Plata para Fernando Trueba y José Sacristán.
A la tercera fue la vencida para Ozon, que tras presentar Bajo la arena y Mi refugio, convenció al jurado, presidido por Christine Vachon, por la ligereza impecablemente entramada de este filme que se basa en la obra de teatro de Juan Mayorga El chico de la última fila.
Ozon recogió el máximo premio en tono combativo y recordó que "en períodos de crisis no hay que atacar la cultura, es una mala idea. Así no vamos a resolver la crisis. Esta película habla del amor del cine y la necesidad del cine, el mundo también necesita cine español", exclamó el realizador francés.
Brillante juego intelectual entre un maestro y su alumno, interpretada de manera exquisita por Fabrice Luchini y Kristin Scott Thomas, Dans la maison llegaba avalada por el premio FIPRESCI en Toronto, y en San Sebastián también conquistó a crítica, público y jurado. Pero esta séptima Concha de Oro para el cine francés abría, como decía Ozon en su discurso, espacio al cine español que, sin tener privilegios por jugar en casa, se había situado entre lo más destacable de las catorce películas a concurso.
Blancanieves, la única que parecía capaz de ensombrecer a Ozon, también dejó patente su poder de seducción con su adaptación torera, muda y en blanco y negro del cuento clásico de los hermanos Grimm al recibir dos galardones: el premio especial del jurado, recogido por Pablo Berger, y la Concha de Plata a la mejor actriz, Macarena García, la debutante Blancanieves, que compartó el galardón con otra primeriza, Katie Coseni, por Foxfire: Confessions of a Girl Gang, del francés Laurent Cantet, sobre la novela de Joyce Carol Oates.
La apabullante presencia del cine español en el cuadro de honor se completaba con la consecución de las dos Conchas de Plata restantes: la de mejor director para Fernando Trueba por El artista y la modelo y la de mejor actor, para José Sacristán, que no acudió a recoger el premio por estar rodando en Cáceres una versión de El Quijote.
"A algunos se les olvida que el cine es arte y es cultura", dijo Trueba, también en la defensa de su gremio, para espetar, finalmente, "¡Viva el cine libre!".
El careo entre cine francés y español en el cuadro de honor tuvo solo una excepción, el kurdo iraní Bahman Ghobadi, que con Rhino Sesion no logró su tercera Concha de Oro pero sí un premio a la mejor fotografía, y también por una mención del jurado para The Attack (El atentado), de Ziad Doueiri, coproducida entre Líbano, Egipto, Francia y Bélgica.