Este montaje fue surgiendo con el tiempo o viene de una chispa...

Me habían hablado de hacer un Shakespeare para el World Shakespeare Festival, con la Royal Shakespeare Company para el London 2012 Festival, hace tres años. Yo he hecho muchos Shakespeare, tenía ganas de volver a conectarme con el material, volví a leer todo Shakespeare y pensé que tenía ganas de hacer una cosa más libre, que no fuera una obra en concreto, más esclava de un argumento, sino una especie de poema sinfónico. Un día apareció la idea del bosque, que no es especialmente original mía, sino una idea que muchos estudiosos han tratado. Y me decido por eso.

¿Cuántas veces ha leído la obra de Shakespeare?

Pues, entera, yo diría que tres veces.

¿Es un ejercicio que le gusta en este autor o parte de su trabajo consiste en repasar dramaturgias?

Con Shakespeare es interesante, pero también me pasa con otros grandes autores. O con grandes pintores, volver a observar sus cuadros. Con fotografías, instalaciones.

Habla de un poema sinfónico. Es también un híbrido, tanto en intérpretes -catalanes y de la Royal Shakespeare Company-, como en textos. Es más complicado que una adaptación, un pequeño castillo...

Es un poema en tres partes sobre los bosques de la crueldad, del dolor, del sufrimiento. Sobre los bosques desiertos y con un epitafio sobre la aceptación de la muerte. Viene a ser eso, una especie de viaje, de pequeñísima Divina Comedia con textos de Shakespeare.

¿Cree que Shakespeare es muy consciente del paisaje con el que juega o se lo va pidiendo el texto?

No lo sé. Me gusta pensar, como dice Valle Inclán, en que a veces sitúa una escena en un cementerio..., ¿y qué hay en un cementerio? Pues enterradores. Y tiene que hacer una escena con los enterradores. ¿Qué hay en un cementerio? Calaveras. Pues tiene que hacer un monólogo con una calavera... Yo creo que Shakespeare obedece a un autor con una gran cultura, con una vasta cultura clásica, muy conectado con su realidad, con su momento, con su sociedad, y un gran poeta.

¿Y cómo ha sido en encuentro cultural entre catalán e inglés, aunque Josep Maria Pou, por ejemplo, tiene una conexión con esa cultura?

Sí, pero nunca había hecho teatro en inglés y es la primera vez que trabaja en Inglaterra... Quería hacer un espectáculo en las dos lenguas, incluso en más, pero al final se ha quedado en dos. Ha sido muy natural, muy orgánico. En el bosque de Arden uno puede escoger el sexo que quiera, puede enamorarse de quien quiera... pues la gente puede entenderse en dos idiomas.

Una conexión más allá del texto...

Cualquier texto de Shakespeare es complicado, pero lo que yo quiero, más que entender, es que haya una experiencia emocional.

Para usted también habrá sido una experiencia...

Sí, juntarlos sí, lo que pasa es que llevo muchos años, casi dieciocho, trabajando fuera del Estado español, y he trabajado en igual ocho o diez lenguas diferentes. No hablo ocho o diez lenguas, hablo cuatro o cinco, pero estoy acostumbrado con los sonidos, con la música.

Hablando de música, Maika Makovski se ha convertido en su cómplice en los últimos años. Supongo que lo que ha encontrado también en ella son esas emociones...

Esas emociones y, aparte, es una persona muy compleja. Su música parece muy sencilla, pero es muy compleja. Parece simple pero es muy complicada, tiene un mundo por descubrir muy apasionante y, por encima de todo, es una cantante muy personal. Compone y escribe sus letras. Y siempre en inglés. No sabe escribir letras en castellano. Pasó bastante tiempo en Nueva York y escribe en inglés.

Si hablamos de bosques, si el paisaje es protagonista incluso del título, la escenografía será una pieza clave. ¿Cómo será?

El espectador va a ver una instalación. El bosque es un bosque que está en nuestras mentes. Mi mujer tiene una expresión: 'me gusta ver crecer a mis hijos como árboles'. Las personas somos los árboles. En este bosque las personas son los árboles, aunque hay alguna referencia para ayudar al espectador. Hay una frase de Joseph Beuys que utilizo que habla del árbol como elemento de generación, de vida.

Los espectadores también van a componer un bosque en la butaca...

Yo espero que sí. Si no con sus cuerpos, que no va a poder ser, sí en su mente.

Gracias por su tiempo y que vaya bien toda la gira, que empezó en Inglaterra y a la que le quedan aún muchos viajes...

Muchos. Ahora me voy a una producción nueva en Buenos Aires... Tú estas en una tierra hermosa.

Nació muy cerca de aquí (Miranda de Ebro, 1963)...

Muy cerca y, aparte, me he criado en los bosques de Álava.

Habrá algo de ellos en escena...

Sí, seguro. Miranda es la frontera, ya sabes. Yo me bañaba en el Zadorra, en Berantevilla... Esa zona.

Quizás pueda acercarse...

Sobre todo por mis hijos, que nunca han estado.