Donostia. Paradise now (2005), dirigida por Hany Abu-Assad, fue la primera película en abordar de cerca el tema de los atentados suicidas en Palestina. Con The Attack, presentada ayer en la Sección Oficial, Ziad Doueiri ha enfocado la misma cuestión pero desde una óptica diferente: la de un eminente cirujano israelí de origen palestino que un día recibe la inesperada noticia de que su mujer ha muerto en un atentado en Tel Aviv, pero no como víctima, sino como la causante del mismo. El marido se adentrará entonces en los territorios ocupados para buscar a los fanáticos que "lavaron el cerebro" de su esposa.

A juicio del director libanés, es obvio que perpetrar una matanza de inocentes en un restaurante -el filme se habla de 17 víctimas, once de las cuales son niños- es "inmoral" y, de hecho, el protagonista es un médico cuya misión es salvar vidas. Pero The Attack pretendía ir "más allá" de entender por qué una persona se convierte en activista suicida. "No queríamos hacer un juicio moral", declaró el realizador, que para escribir el guión barajó los diferentes motivos que podrían llevar a una mujer a inmolarse: venganza, neurosis, psicopatía, fracaso profesional, infertilidad… Barajaron infinidad de razones pero pronto se dieron cuenta de que "si se ofrecía una explicación clara, el personaje no funcionaba: se perdía el elemento de misterio". Y sobre todo, la historia al final no es sobre la activista suicida, sino sobre su marido: "¿Cómo ha podido estar 15 años casado con una mujer y no sospechar lo que iba a hacer? Desde ahí está enfocada la película".

Ali Suliman, que interpreta al hombre y que también actuaba en Paradise Now, subrayó el hecho de que su personaje no pertenezca a un lado u otro del conflicto palestino-israelí. La situación es "demasiado compleja" y "el elemento más importante" del largometraje es la "historia humana". En el mismo sentido, otro actor, el palestino Ramzi Maqdisi, aseguró que el guión "consigue expresar lo que puede sentir un ser humano sin decantarse hacia una parte u otra". "Y eso es muy interesante a nivel humano, la película no está pensada para juzgar", dijo en un esforzado y correcto castellano.

La pregunta más difícil de la rueda de prensa no se hizo esperar: ¿por dónde pasa la solución del conflicto palestino-israelí? El director respondió que tiene difícil solución porque en este momento hay "demasiada sangre, religión y fanatismo". Por eso, más que por la solución global del conflicto, él apuesta por pensar "en el aspecto personal". Y ha predicado con el ejemplo. Antes de filmar The Attack con una parte del equipo procedente de Israel, país enfrentado históricamente a Líbano, Doueiri pensó que iba a trabajar con el "enemigo", pero luego se dio cuenta de que todos perseguían el mismo objetivo: "hacer una película mejor". Por su parte, Maqdisi rechazó la legitimidad de los atentados suicidas contra la población civil, pero dijo "entender" que la impotencia provocada por la ocupación israelí pueda empujar a los palestinos a protagonizar actos de ese tipo.

"tema sensible" El filme ya tiene distribución en EEUU pero aún no la ha cerrado en Israel -"es un tema sensible"- ni en los países árabes. El realizador de West Beirut confesó haber sufrido mucho para sacar adelante su última obra, rechazada no tanto por el tema, sino por otros obstáculos a los que se enfrenta el cine independiente. "Ha sido un infierno de viaje e incluso estuve a punto de dejar el cine", reveló Ziad Doueiri, que dijo no haber recibido amenazas por esta película y piensa que no tendrá problemas con ella porque no entra en cuestiones religiosas, algo sagrado para los musulmanes. Así, el actor Ziad Doueiri se refirió a la reciente película sobre Mahoma que tanto ha irritado al mundo árabe como algo "absurdo" y utilizado por sus responsables para ganar notoriedad. "Espero que algún día el Islam no responda a estas provocaciones, pero la religión debe dejarse a un lado porque es algo muy respetado", concluyó.