Donostia. Richard Gere aguarda sentado en la habitación. Cuando los periodistas acceden a ella ojea un ejemplar de la revista Screen, pero se levanta veloz para estrechar manos. Va vestido con vaqueros, zapatos marrones de ante y una camisa azul que en un momento de la conversación utiliza para sacar brillo a sus gafas sin montura. Se muestra pausado y amable.
Su personaje de Robert Miller en 'Arbitrage' tiene gran cantidad de claroscuros. ¿Afronta sus papeles de manera diferente en función de la moralidad del personaje?
Muy pronto decidí que no me atraía representar el papel de villano icónico. Sería aburrido y por eso pienso que tiene mayor interés buscar el ángulo humano de los personajes. Por ejemplo, hacer Ricardo III de Shakespeare como un simple malvado sería una interpretación muy aburrida. El guión de Arbitrage está muy bien escrito y tiene diferentes texturas. Mi personaje debe ser capaz de hacer muchas cosas, debe ser encantador, humano, inteligente… Es básicamente un ganador, alguien que disfruta llevando las cosas al límite.
Un ganador más interesante o complejo que otros que ha interpretado en su carrera. Las actrices suelen decir que a cierta edad no les ofrecen papeles interesantes en Hollywood, algo que no parece ocurrir con los hombres.
Es algo obvio, pero siempre hay más papeles de peso para los hombres que para las mujeres… Y eso independientemente de que tengas 20, 30 o 60 años. Menos aquí. Creo que en vuestro país los papeles de las mujeres son mejores.
Hace poco decía Brad Pitt que Hollywood ya no es un lugar para hacerse rico. ¿Cree que efectivamente ha cambiado mucho?
Es muy diferente a cuando empecé, eso seguro. En los años 70 u 80 esta película la habrían hecho los estudios, que solían trabajar al mismo tiempo en tres, cuatro o cinco producciones inteligentes y bien escritas, filmes que representaban el espíritu de los tiempos. Ahora eso ya no ocurre y Arbitrage es una película independiente y autofinanciada al margen de los estudios.
¿Es entonces 'Arbitrage' una película que refleja la ética de los tiempos que corren?
Es un claro retrato de estos tiempos.
Es un hecho constatado que la película más vista y repuesta en la televisión estatal es 'Pretty Woman'.
¿En serio? ¿La más vista? (Risas) Cuando rodábamos aquella pequeña película no teníamos ni idea de en qué se iba a convertir.