Barcelona. Fiel a su estilo provocador, fumando sin parar en una sala del Instituto Francés de Barcelona, Michel Houellebecq presentó ayer su obra en verso, recopilada en el volumen Poesía, y aseveró que escribe porque es vanidoso y busca los aplausos. Diferenciando su tarea de novelista de la de poeta -"la poesía o es fácil o imposible, mientras que en la novela siempre sale algo", dijo-, el autor galo apuntó que puede vivir sin escribir, pero "no podría vivir sin leer". Comentó que nunca ha escrito un diario, porque no lo necesita, mientras que los poemas que elabora, que ahora se podrán leer en una edición bilingüe, aparecen como "algo ajeno" a su voluntad. Sobre la obra, dijo que se trata de un libro "bastante extraño", con el que quería "subyugar" al lector y "dormirlo", frente a lo que ocurría con su primera novela, Ampliación del campo de batalla, que era "insolente" y donde se proponía "tirar jarros de agua fría al lector".
