MADRID. Antes de las nueve de la mañana la Duquesa de Montoro llegaba acompañada de su hija Cayetana a los juzgados de familia de Madrid. Eugenia Martinez de Irujo entró por la puerta principal de los juzgados acompañada de su abogada Cristina Peña. La prestigiosa letrada, conocida por llevar el caso de Jaime de Marichalar contra la revista Época, es la encargada de defender los derechos de la hija de la Duquesa de Alba.

Eugenia quiso evitar que la pequeña de trece años entrará por la puerta principal donde se encontraban varios medios de comunicación, por eso dejó a la niña en una puerta trasera de los juzgados.

La Duquesa, muy seria, con unas maxi gafas de sol que cubria su mirada, evitó hacer declaraciones y contestó con un simple 'gracias'. La madrileña lucía una camisa blanca de manga larga, pantalón negro de pinzas y como complementos un maxi bolso de piel.

Cuarenta y cinco minutos después era Francisco Rivera quién llegaba a la sede judicial acompañado de sus abogados para presentar los motivos por los que reclama la custodia de su hija. El diestro evitó contestar a ninguna de las preguntas que se le hicieron a su llegada.

A partir de las diez de la mañana se produjó la llegada de los testigos de ambas partes que han tenido que declarar ante el juez. La pequeña Cayetana también se ha visto obligada a contestar las preguntas del tribunal, algo que se podría haber evitado si sus padres hubieran podido llegar a un acuerdo.

Pasadas las doce del mediodía Eugenia y Francisco abandonaron los juzgados, cada uno por su lado y sin cruzar palabra. La única que realizó declaraciones fue Cristina Peña, letrada de la Duquesa de Montoro, que afirmó que se remite a lo que diga el Tribunal.

El torero interpuso una demanda en el mes de julio para reclamar la guardia y custodia de Cayetana, que actualmente vive en Madrid con su madre, Eugenia. Al parecer habría sido la menor la que habría pedido a su padre que quería irse a vivir con él a Sevilla, lo que habría sido el detonante para que Fran Rivera iniciase los trámites judiciales para solicitar la guara y custodia, algo que provocó una ruptura de relaciones entre el torero y la familia de Eugenia Martínez de Irujo, especialmente con la Duquesa de Alba, con quien Fran Rivera había mantenido hasta entonces una buena relación.

En dos semanas se conocerá la decisión de la juez y saldremos de dudas.