El espía británico más sofisticado de todos los tiempos cumple 50 años en la gran pantalla a la espera de que en octubre se estrene una nueva entrega de la saga, Skyfall, con Daniel Craig como protagonista y Javier Bardem como villano. Desde que en 1962 se estrenó la primera de las películas, Agente 007 contra Dr. no, seis actores diferentes -Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig- han interpretado al espía, cada uno de ellos proporcionándole al personaje rasgos inherentes de su propia personalidad.

Ese es el motivo por el que algunos de los actores han causado más o menos sensación llevando el traje del agente 007. Hace poco, Roger Moore declaraba que Daniel Craig es "el mejor que ha interpretado a Bond", a pesar de que su elección para encarnar al personaje no fue muy aplaudida. Sin embargo, no son pocos los que recuerdan con nostalgia desenfundar el arma a un apuesto Sean Connery, al Bond original o rememoran la galantería de Pierce Brosnan, quien más se acercó al carisma de ese Bond original. La elección es cuestión de preferencias, pero hay ciertas características del agente, "con licencia para matar", que permanecen insondables al paso del tiempo y se han mantenido de forma permanente, fuese quien fuese el actor que lo ha encarnado.

Entre las particularidades habituales de las películas, destacan las chicas Bond, aquellas a las que el agente ha tenido que socorrer o de quienes se ha tenido que defender. El factor común de todas ellas ha sido una gran belleza y la posibilidad de convertirse en un icono -que algunas han aprovechado mejor que otras-, como es el caso de Ursula Andress.

Hedonista y mujeriego, Bond siempre ha mostrado una gran habilidad para zafarse de todos sus enemigos, y para ello ha contado con la inestimable ayuda de sus colaboradores. M, nombre y código para designar al jefe del servicio de inteligencia británico del MI6, ha sido el superior de Bond, con quien ha mantenido sus más y sus menos dentro de una estricta relación profesional. Otro cantar es el de Q, cabeza de Q Branch, la división de investigación y desarrollo del servicio secreto británico. Su preocupación paternal por el agente ha propiciado que en numerosos casos entregue personalmente los peculiares artilugios tecnológicos que han facilitado la labor del espía en diversas misiones.

En definitiva, el de James Bond se trata de un caso curioso donde el éxito de las adaptaciones cinematográficas han propiciado una indudable inmortalidad al personaje literario. Catorce novelas publicadas por Ian Fleming, entre 1953 y 1966, y 22 películas oficiales más una que viene en camino conceden al agente secreto, en calidad de personaje ficticio, una presencia indudable en el imaginario colectivo de todo el mundo.

A buen recaudo, James Bond seguirá rigiéndose por su propio código moral y pidiendo el martini "batido, pero no revuelto", porque a pesar de la metamorfosis físicas de los actores que lo interpretan, sus señas de identidad son inmutables.

George Lazenby.

El actor australiano solo rodó una pelicula como Bon, Al servicio secreto de su majestad (1969), la única en la que el espía contrae matrimonio.

Roger Moore.

Con su aire aristocrático aportó la imagen más británica del agente. Interpretó al espía en siete largometrajes, de los que sobresale Octopussy (1983).

Timothy Dalton.

A pesar de encajar a la perfección con el Bond literario, no cuajó entre los fans. Solo actuó en dos filmes. Destaca Licencia para matar (1986).

Pierce Brosnan.

El actor que más se ha acercado al carisma de Connery y el más elegante. Ha sido espía cuatro veces en títulos como Muere otro día (2002).

Daniel Craig.

Hasta ahora el último Bond, muy elogiado por su papel. En octubre se estrena la tercera película en la que encarna al espía: Skyfall (2012).