Vitoria. Lo de Valdefresno, en Atanasio y Lisardo, es el típico hierro que no siendo el habitual de todos los días, tiene algo que no desagrada a las figuras. Esto es, que se convierte en dócil y facilona a la primera de cambio. Claro que quizás usted esté pensado que los toreros de ayer no son precisamente figuras, y tiene razón. Uno de ellos ha ido perdiendo el título poco a poco, el otro no lo ha tenido nunca y el tercero, está en la lucha por alcanzarlo. El caso es que si el encaste gusta a los de arriba a la fuerza ha de gustar también a quienes no han subido tanto o incluso a quienes habiendo subido se han caído. E insisto, ellos, siempre dejando muy claro que no se trata del monoencaste y dando a entender que la elección del ganado es casi, casi una gesta. Ayer salieron por la puerta de chiqueros unos animales domésticos con los que la terna pudo hacer cuanto quiso. Bueno, lo hicieron siempre que las características de los toros lo permitieron porque el quinto y el sexto, de puro blandorros, no dieron opción a nada. Los demás permitieron el toreo mecánico, de sala de espejos o habitación de hotel, que es el que les gusta hacer a los toreros cuando tienen que pasar un trámite. El problema se agraba cuando para algunos el trámite es el de todas las tardes. Hay entonces trámite en el toreo de capote que prácticamente no existe, hay trámite en la suerte de varas donde las cuadrillas se permiten que los toros se escapen de los capotes y se vayan al caballo por su cuenta; si es en el de guardía, no importa. Sucediendo esto ya no hace falta volver a poner al animal en suerte una vez que ha recibido el primer puyazo porque otro más no lo aguantaría. Trámite también en el incio de las faenas y los aspavientos que hacen los toreros cuando dejando una estocada defectuosa quieren dar a entender que el toro está muerto, tal ha sido el uso que el torero ha hecho del acero. Sin embargo las cuadrillas se ven obligadas a hacer la rueda al toro Es el ritual de lo habitual cuando los toreros buscan el toreo mecánico, efectista pero monótono, el toreo para todos los días.
Dos orejas cortó El Cid. Una Fandiño pero con una faena sólida en comparación, de buena ejecución, dando sitio y terrenos al toro. Luego, el toreo de trámite tiene premio y recompensa. Siendo así, ¿quién va a querer romper la tendencia?