Vitoria. Después de subir ayer el telón con la Konexioa de esta edición, el ciclo Jazz del Siglo XXI toma hoy su marcha habitual para volver a convertir al escenario del Principal en el foco de atención para encontrarse con jóvenes valores del género o con propuestas más arriesgadas. Sobre todo en el primer caso se puede encuadrar al pianista armenio, aunque es en Estados Unidos donde tiene su base de operaciones, Tigran Hamasyan, que esta tarde, a las 18.00 horas, debuta en la capital alavesa en formato de trío.
Justo hoy, casualidades de la vida, Hamasyan cumple 25 años. Pero que su juventud no engañe a nadie. Este cuarto de siglo le ha dado ya para hacer unas cuantas cosas, entre otras ganar un par de premios internacionales de relevancia como el Thelonious Monk de 2006, consiguiendo que la industria del género, necesitada de promesas que promocionar, le haya puesto las típicas etiquetas de promesa, joven genio, músico de gran proyección y todos esos apellidos que al mercado, con la ayuda de los medios, tanto le gustan. Y sí, en el apartado técnico, el pianista promete. Pero es que además el intérprete está descubriendo un alma propia en sus teclas, que le convierten, más allá de los tópicos al uso, en una interesante propuesta a descubrir en primera persona y a seguir en un futuro cercano para comprobar si lo escuchado en su último disco, A Fable, es tan atractivo como parece desde el equipo de reproducción de casa.
Ayer y mañana, su música pasa por las ciudades francesas de Serres y París. Hoy, Hamasyan sopla las velas en la calle San Prudencio haciendo acompañar su piano por los sonidos de la batería (Nate Wood) y el contrabajo (Sam Minaie). Que sea un feliz cumpleaños.