¿Quién fue el primero que se fotografió en cuclillas como un búho y lo colgó en Internet? Y lo que es más inquietante: ¿Por qué hicieron lo mismo los demás? "Para que algo sea viral, si a la creatividad se le suma una pizca de humor, tendremos la fórmula perfecta", desvela Lorena Fernández, bloguera y experta en redes sociales.
En 1999 se popularizó el 'phooning' -fotografiarse como si se estuviese corriendo en diferentes lugares del mundo-. ¿Es el primer fenómeno del que se tiene constancia?
No. A estas prácticas se les conoce también como memes. Pero no tenemos que pensar en los memes como algo nuevo nacido al calor de Internet o exclusivo del mundo digital. Los memes son la unidad básica de transmisión cultural (el nombre deriva de la palabra griega mimema, que significa aquello que es imitado). Información que pasamos de una persona a otra por imitación -al vestir, al expresarnos, al gesticular...- con cierta variación y selección. La parte esencial de la memética es la creación de nuevos memes a partir de otros previos y su transmisión de una persona a otra, como si de un virus se tratase.
Un virus que se propaga a velocidad de vértigo por Internet.
Esa viralidad se ve potenciada por las nuevas tecnologías, que igual que propician la ampliación del círculo de personas que interactúa con nosotros, también amplían el radio de acción de los memes.
Al 'phooning' le han seguido múltiples secuelas...
Después del phooning llegó el planking -tumbarse boca abajo en sitios insólitos fingiendo ser una tabla-. Esta versión fue evolucionando a otras posturas -cabeza abajo agarrado solo por los pies en el caso del batmaning, en cuclillas en el del owling o haciendo de tetera en el teapotting- y ganando en originalidad, como es el caso del horsemaning -crear la ilusión óptica de una cabeza separada de un cuerpo simulando una decapitación-. Pero algunos no son fenómenos nuevos.
¿Cuál de ellos tiene más solera?
La práctica del horsemaning ya se popularizó en los años 20, como homenaje al jinete sin cabeza de Washington Irving, cuando aún no existía ni Internet y las fotografías eran en blanco y negro. De hecho, fue una de estas imágenes antiguas la que dio comienzo al meme al ser publicada en la web BuzzFeed.
El 'sleeveface', completar con el cuerpo la portada de un disco, es otra de estas tendencias. Sus promotores llegaron a recopilar las fotos en un libro. ¿Podría calificarse como arte o es mucho decir?
Muchas son auténticas obras de arte que amplían las carátulas originales, dado que crean la ilusión óptica de continuar la foto original del vinilo. Aquí a la creatividad se le suman las ganas de homenajear a los artistas de esos discos y, por qué no, de ser estrellas de rock por un día. Este meme es tan popular que existen hasta aplicaciones para móviles que te permiten hacer tu propia portada de disco de una manera sencilla.
¿Por qué se propagan estos fenómenos? ¿Hoy día cualquier cosa puede tener seguidores por todo el mundo por absurda que sea?
Algunos memes se copian y transmiten porque son buenos, útiles o bellos. Otros serán copiados aunque no cumplan ninguna de las condiciones anteriores. Sin embargo, al existir una gran competencia de memes, pocos son los que sobreviven y recaban la atención de los usuarios, pues no podemos prestar atención más que a una minúscula fracción de las cosas nuevas que se producen. El hecho de que sea tan sencillo hacerlos -en la mayoría de casos con una simple cámara de fotos o un smartphone nos bastará- ayuda a su propagación y contagio. Y las ganas de lograr nuestros quince minutos de fama, tal y como enunció Andy Warhol en su día, ayudan también.
¿Son estas modas majaderías de gente ociosa, muestras de buen humor, una forma de expresarse...?
Todos buscamos ser originales y distinguirnos del resto de alguna manera. Algunos lo hacen a través de la creatividad. Aun así, es curioso que esta forma de recalcar nuestro individualismo la llevemos a cabo dentro de prácticas grupales, que también nos otorgan un cierto sentido de pertenencia. Es como ser de un equipo de fútbol. Compartes con miles de personas algo, siendo todas a la vez tan distintas. Igual que se popularizan estas prácticas mediante fotografías, ocurre lo mismo con muchos memes que se lanzan a través de redes sociales horizontales, como Twitter.
¿Son modas peligrosas?
La causa de que se lleguen a estos límites no es Internet, sino la propia inconsciencia de las personas. Los servidores donde residen las plataformas que hoy en día todos usamos pueden tener problemas de seguridad. Ante esos problemas, se les puede aplicar parches correctivos de seguridad. La estupidez humana no tiene parche posible y está presente en el mundo analógico y digital a partes iguales. En el caso de prácticas como el batmaning, el hecho de conseguir una postura más arriesgada para lograr la instantánea más llamativa hace poner en peligro la integridad de muchas personas.
¿Conoce algún otro meme absurdo que le haya llamado la atención?
Con películas, como Amélie, se puso también de moda sacar fotos a peluches o enanitos de jardín en países exóticos. O también ha sido mil veces imitado el baile Matt Harding, que hizo un viaje alrededor del mundo y se grabó a sí mismo y a otras personas haciendo una coreografía muy peculiar frente a edificios importantes, escenas callejeras y paisajes naturales. Tras finalizar el viaje, montó un vídeo con esos bailes y la canción Sweet Lullaby de Deep Forest. Obtuvo tal éxito que millones de personas se lanzaron a hacer el bailecito en sus propios viajes.