nueva york. Apenas cuatro días después de que se conociese que Katie Holmes solicitó el divorcio de Tom Cruise, la actriz fue fotografiada sin su anillo de casada. Ese gesto es para muchos una señal de que no hay vuelta atrás. Algunos medios van más allá: aseguran que ya se ha mudado junto a su hija Suri a otra casa de Manhattan, que ha contratado a un experimentado abogado matrimonialista y que pedirá la custodia de la pequeña en solitario. Pero si sobre algo debaten los medios estos días es sobre el papel que puede haber jugado la Iglesia de la Cienciología. Cruise, que ayer cumplió 50 años, es un ferviente seguidor de la controvertida organización, que se describe a sí misma como iglesia. Katie, nacida en el seno de una familia católica, se convirtió por amor a su marido. Desde entonces, la actriz de 33 años ha sido la comidilla de las revistas. La pareja se casó siguiendo el rito de la Cienciología, con la hermana de Holmes como madrina y el líder de la organización, David Miscavige, como padrino, por deseo de Cruise. Durante los más de cinco años de matrimonio, cada vez que la protagonista de Los Kennedy se dejaba ver sin maquillar y con ojeras se especulaba sobre un "lavado de cerebro". Si se mostraba feliz y llena de energía, muchos se preguntaban si no le habrían suministrado algo. Tras el anuncio de separación, hasta Rupert Murdoch dio su opinión. "Algo inquietante, quizás incluso malvado, rodea a esa gente", escribió en Twitter. Según el magnate, hay mucho dinero en juego y Cruise es el número dos o tres en la organización. La Iglesia de la Cienciología no ha comentado la separación, pero sí rechaza las especulaciones de TMZ sobre un posible espionaje a Holmes. Esta web cree que Holmes podría haber finalizado su matrimonio por temor a lo que pudiera pasarle a Suri.