Vitoria. De legendarias para arriba son las fiestas del TMEO, donde los autores que cada año entrecruzan sus afiladas críticas de humor en las páginas de la revista renuevan lazos más allá de los mensajes de e-mail. Hor Dago! acogió ayer una de las celebraciones más especiales, la que puso pirotecnia al cuarto de siglo del fanzine más irreverente -sin permiso de El Jueves- con música, cómic en vivo, espacio para que los niños pudieran hacer sus pinitos de alpino, venta de productos en la zona outlefa... Un buen ramillete de actividades, sin contar las que se inventaron -como las propias historietas- sobre la marcha. Seguro que la velada inspiró más de una historia del próximo número. Foto: alex larretxi