25 años... Cuando comenzaron, ¿había vocación de llegar a algún sitio? Por entonces, los fanzines nacían y morían enseguida...
En aquellos años también había crisis. Crisis del petróleo, paro... Quizás no tan salvaje como ahora. Había mucho movimiento. Eran los ochenta y sí, así como aparecían fanzines desaparecían a los dos días. Sí había cierta intencionalidad, la base fundacional era agruparnos, hacer algo con una mejor presentación, con más contenidos. Unir fuerzas y, por fuerza, algo más tenía que salir que nuestros fanzinitos de cada uno por nuestro lado. Lógicamente, si nos dices entonces que íbamos a llegar a 25 años, ni de coña. Ni eso ni pensar que se iba a acabar al segundo. Había perspectiva de cierta duración.
Lo colectivo tiene esa fuerza, pero, a la vez, el problema de tener que equilibrar las opiniones...
Seguimos con el sistema asambleario. Su ventaja, como decía Mauro en una entrevista, es que si falta una persona no depende de ella directamente; nadie es imprescindible. La desventaja, la lentitud en la toma de decisiones. Muchas veces acabas hasta los huevos. Por eso, llegó un momento en que se agilizó. Si no, aún estaríamos decidiendo la portada del número 14.
También se habrán reído de esas asambleas en sus páginas...
Abarrots hizo una de 'la redacción del TMEO', caricaturizando la situación, y hay más reflejando la elección de material. En el 50, una doble sobre el que entregaba puntual las páginas, el que entregaba mucho, el que entregaba poco... Nos hemos descojonado de eso mogollón de veces. Había una tira 'pero si es un tío muy majo'. 'Todo lo majo que quieras, pero si dibujara bien...'.
Esta última portada es fiel reflejo de los 25 años...
Con las portadas se pone fecha, la gente envía sus propuestas, se analizan, se votan... Así como en el número 100 ese sistema lo aparcamos y la hicieron Mauro y Santi, esta vez también se planteó 'encargo o foro'. No tiramos de un tema de actualidad o de sobrada. Llegó ésta de Furillo y define perfectamente lo que es: 'te vamos a mear'. El logo ya lo dice. "Te lo están diciendo desde la primera página", que decía Altarriba. Define la filosofía.
Frente a los viernes de Rajoy, los viernes de asamblea TMEO...
Lo del señor Rajoy es todas las putas semanas, lo nuestro cada dos meses. Pero sí, siempre es viernes. Y al pobre que le toca, sábado y domingo a hacérsela, porque generalmente mandan antes un boceto. Lunes corrección e imprenta.
Han hecho exposición a Alemania cuando Alemania focaliza todo. Podían haber hecho un especial...
Básicamente es un cristo. La típica historia que te llega y que, si no la haces, quedas como un borde, y, si la haces, es un mogollón de curro. ¿Para algo? Pues hemos estado en Alemania y el señor director del Festival de Munich tuvo la deferencia de ir a inaugurarla con un discurso laudatorio. Circularon un montón de chistes en el foro, en nuestra lista de correos -"vente a Alemania, Pepe"-, pero no a nivel gráfico, sino a nivel de choteo.
Fue una presentación de TMEO...
Cuando ellos nos 'entraron', no tenían ni idea de que íbamos a hacer 25 años...
Pues les salió de lujo, tenían la exposición ya montada...
Les salió de la hostia, claro. Fue desde un colectivo, a través de un profesor universitario que movió los hilos. Hacen un festival todos los años e invitan a una comunidad y un país. Este año Navarra -TMEO nació allí- y México. Con las portadas alucinaban...
Igual han abierto veta, animando a autores de allí...
El tipo decía que iba a llamar la atención. En la galería exponen pintura, el cómic no es habitual. En algunos carteles aparece incluso la Merkel. ¡Cuántas ha hecho el Santi con la Merkel! El nivel de burrería es muy chocante para ellos. "Todavía queda una gente underground por ahí", pensaran. Además, en la universidad hay mucho estudiante de español, y él lo hacía con esa intención. Para nosotros es poner una pica... en Alemania en este caso. Sembrar para el de Munich, que ése es el más importante de Alemania, a ver si puede salir algo.
Lo bonito del TMEO es quizás que, en esencia, no ha cambiado. Sigue dando caña, en bares, en la calle...
En los 80 había una crisis. Y una crisis del cómic, aunque curiosamente había como unos catorce títulos mensuales. Norma tenía tres revistas en el mercado, Toutain otras tres, La Cúpula otras tres. Vale. Objetivo: aquí había gente con proyección que podía estar publicando perfectamente, pero no tenía canales porque había que dar salida a todo el cómic europeo de entonces y las revistas estaban muy marcadas estilísticamente. Reunimos gente nueva para foguearse y decir cosas, y gente que ya tenía su espacio. 25 años después... Ni una puta revista. Un páramo de la hostia. El Jueves, nosotros y mucho comic-book. Seguimos igual. Autores jóvenes que se han ido sumando a lo largo del tiempo, y autores consagrados que tienen en el TMEO el sitio para lo que no pueden poner en otros sitios. ¡Coño! No ha cambiado tanto en intenciones y contenido. Bueno, como decía Abarrots "era un fanzine con estructura de revista que ha acabado en revista con estructura de fanzine". Pero, en cuanto a intencionalidad, los objetivos son los mismos. Esos y estar en la calle, seguir en el circuito, aunque la puta crisis le está dando pero bien dado a los bares.
Y no se han vendido a nadie...
Hacía el 14 se intentó profesionalizar. Tirada masiva, distribución nacional... a tomar por culo. Duramos cuatro números. Nos replegamos y a lo nuestro, estar en bares y en la puta calle. No sólo estar, sino reflejar lo que ahí se mueve.
El sábado (por ayer) les retratan...
Es una chica que conoce Mauro. Ya hizo un libro de gente de Malasaña. Músicos, pintores, gente de bares... Su siguiente proyecto es con historietistas, y dijo '¡menuda tacada me puedo hacer!'. Pidió permiso y vendrá con sus bártulos.
Se promete fiestón 'tmeísta' (lo estarán leyendo de resaca)...
Me imagino. Eso tampoco cambia. Y esta vez se han programado actuaciones y tal, lo que en la puta vida. Generalmente Ata, antes de empezar a comer, ya está cantando jotas. Empieza antes de comer y acaba el lunes. Es un monstruo. Y no sólo Ata. Roger, con su actuación, será digno de ver. En general, todos. ¡Y siempre hay un partido de fútbol! Es un clásico. Es algo totalmente absurdo, porque habrá tres contados a los que les gusta el fútbol. La primera vez fue en un pueblo de Navarra. Apareció un balón y cuatro se pusieron a hacer el idiota. Otra vez en Ozaeta. Comimos, un pedazo campo al lado con una vaca al fondo... y partidazo. Hasta el Álvarez Rabo. ¡Se pegó una sudada! ¡Qué descojono! También hubo uno en El Prado. Fuimos Santi y yo a por el balón a Kolkay, y la cosa degeneró tanto... ¡que hasta fue en serio!