¿Cómo se desprende de la presión tras un 'taquillazo' como 'Tres metros sobre el cielo'?
Pensando solo en contar una historia, en hacer las cosas bien e intentando no defraudar a la gente que salió fascinada con la primera película... Y, más allá de esto, pensado que hacer números no es trabajo de uno, ya que no soy contable, me dedico a contar historias...
'Tengo ganas de ti' llega con unos personajes que, habiendo pasado solo unos meses desde que aparecieran por primera vez en la cartelera, han crecido muchos años en esta segunda entrega, ¿cree que le ha dado tiempo a los jóvenes que respaldaron la película a evolucionar de forma paralela?
No creo que sea una película generacional. Aquellos adolescentes que respaldaron la primera parte creo que ahora simplemente estarán expectantes por lo que les ha sucedido a los personajes. Lo que hace Tengo ganas de ti es continuar con la historia que les enganchó. Creo que es más una intriga dramática lo que les llevará a ver la película que una vinculación generacional.
Concebidas como dos películas independientes, ¿de qué forma ha cambiado el universo en esta segunda y, por ende, su trabajo con los actores?
Siempre intentamos que Tengo ganas de ti fuera una película que viviera sin la necesidad de ver Tres metros sobre el cielo... Y que, en realidad, fuera la historia de un tipo que regresa al lugar del que se marchó y se enfrenta al recuerdo del amor roto. Y, las claves, básicamente, fueron regresar a ese universo, volver a los lugares geográficos y a las sensaciones como si el tiempo los hubiera oxidado, como si hubieran sufrido un vapuleo emocional.
Divertir y emocionar eran sus objetivos con el primer filme, ¿esta vez se amplían las miras?
Yo creo que en esta ocasión sería divertir, emocionar y hacer sufrir (risas), ya que se trata de una película intensa y bastante vibrante... Creo que es una película más vibrante y más esperanzada que la primera, pero también más dura, así que debieran preparar los Kleenex para verla (risas).
Clara Lago es la nueva en el proyecto, ¿qué le llevó hasta ella?
Clara había hecho la prueba para ser Babi en la primera película, y estuvo a punto de hacerlo... Pero yo le dije desde el primer momento que tenía que ser Gin porque era un personaje cosido a ella. Por lo tanto, cuando preparamos la segunda parte, vimos alguna actriz, pero realmente teníamos clarísimo que era ella. Y lo que hicimos con Clara fue un trabajo de ensayos junto a Mario Casas brutal, ya que los demás actores le tenían ventaja porque ya habían entendido el universo que yo quería narrar y cómo tenían que ser sus interpretaciones, estilizadas e híperrealistas. Partiendo de ese trabajo fuimos ampliando los ensayos con el resto de actores y, como Clara es una actriz súper intuitiva y listísima, enseguida entendió cuáles eran los códigos de la película, por lo que resultó muy fácil.
Antes del estreno ya afirmó que varias tramas quedaban abiertas. No cuenta con una tercera novela, pero, ¿sería posible una tercera parte?
Se han quedado tramas abiertas porque me apetecía mucho que fuera una película con final abierto y esperanzado, ya que creo que eso era lo que pedía la película. ¿Si habrá una tercera parte? Pues depende... Depende de lo que pase con el filme, depende de lo que el público sienta al verla y también depende mucho de lo que los actores y yo sintamos.
Uno de los logros del primer filme fue que los adolescentes, en masa, pagaran por una entrada de cine.
Lo que he intentado, no sé si lo he conseguido, es que ver Tengo ganas de ti en el cine sea una experiencia. Es decir, que no sea igual verla en DVD, en televisión o pirateada. Es una película con una factura cuidadísima en la luz, efectos, sonido... Es un filme que está hecho para los sentidos y para que, precisamente, entiendan que es importante ir a verla al cine, convirtiendo la cita en un acontecimiento. Espero que si la primera película les emocionó y les enamoró, vayan ahora al cine a ver cómo continúa y se queden enganchados.