Vitoria. Es ya casi una tradición cada vez que se acerca junio en el Principal. Al igual que hacen otros espacios como la Academia de Folklore o la Escuela Municipal de Música Luis Aramburu, la Academia de Danza Sofía Abaitua tiene una cita ineludible con las tablas de la calle San Prudencio por estas fechas, una gala distinta cada año pero en la que se mantiene una constante: destinar lo obtenido a una ONG para que pueda llevar a cabo sus proyectos.
Y este 2012 no iba a ser una excepción. El centro de formación llegará al teatro este domingo a las 20.30 horas (todavía quedan entradas a la venta por 18, 12 y 9 euros) para presentar un amplio programa de danza clásica, neo-clásica, moderna y funky. Decenas de bailarines de distintas edades serán los protagonistas de una cita que se abrirá con una coreografía hecha por las propias alumnas. "Cada Navidad realizamos un concurso entre los grupos del estudio y la pieza ganadora es la que se podrá ver en esta ocasión", explicó ayer Abaitua en la presentación de un montaje en el que Tierra de Hombres también estará presente sobre las tablas.
Y es que la ONG tendrá su momento para, en una breve intervención, explicar cuál es su actividad y objetivos, y hacerlo, además, con la participación de una joven africana que está ahora siendo tratada en la clínica La Esperanza gracias a la acción de esta agrupación social. "Ha querido participar porque es una amante de la danza", describió Alfonso Roncero, delegado de la Fundación Tierra de Hombres de Euskadi.
Todo ello se dará en un espectáculo que servirá al público en general, más allá de contribuir a una buena causa, para comprobar el trabajo que de manera diaria se lleva a cabo dentro de las paredes del estudio ubicado en la calle Ricardo Buesa. Una labor dura pero al mismo tiempo gratificante.