¿Cómo recibieron la noticia de tocar en Azkena?
Pensábamos que no íbamos a tocar en Azkena. Igual es un festival que no encaja del todo con nuestro estilo, aunque nos encanta lo que programa y hemos ido muchas veces. La verdad es que nos hace mucha ilusión, pero pensábamos que no era un festival para nosotros.
Tienen el decibelio y la actitud...
Sí, lo único es que igual está orientado a un rock más clásico. Pero no ponemos ninguna pega, estamos encantados de poder estar.
Dice que son habituales del festi...
He ido desde que empezó en la sala, que tocaron Federation-X y Mudhoney. En el recinto recuerdo cosas majas como Cherry Valence. Es un festival que da gusto, dos escenarios, puedes ver todo prácticamente. Es agradable, no genera estrés.
Les engloban en un sonido de vanguardia, pero son muy 'primitivos' en la mejor acepción de la palabra. La música va a las emociones...
Aunque en la música no se note mucho, creo que tenemos mucho en común, que partimos de las raíces. Al final lo que hacemos es blues. Nos agarramos a un patrón y vamos exprimiéndolo. Es una música muy tribal, sobre todo en el último disco. Algún otro era más complejo, pero éste lo veo muy sencillo.
Es un disco que dicen haber hecho "sin pensar".
Bueno, la verdad es que queda bien decir eso, pero siempre piensas. Hemos hecho todo a base de lo que iba fluyendo, de lo que íbamos improvisando en el local. Es verdad que hay mucha espontaneidad. Es la forma que tenemos de hacerlo. Es un disco en el que nos hemos puesto a crear todo entre todos. No ha sido un disco en el que cada uno llevaba una idea. Hemos ido grabándolo todo y luego haciendo escuchas, y con eso hemos ido perfilando, decidiendo lo que queríamos grabar y lo que no. La verdad es que nos hemos quedado muy contentos.
¿Cómo es un día en el local de ensayo de Lisabö?
Ahora solemos ensayar para preparar los repertorios, ya no estamos preparando cosas nuevas. Nuestros ensayos eran cuando salíamos de trabajar, sobre las ocho de la noche, quedábamos, poníamos el ordenador, alguno se ponía, otro le seguía e íbamos grabando, escuchando y profundizando en las partes que nos interesaban. Luego igual las descartabas, pero era una forma de ponerte las pilas y coger ritmo.
Es como hacer dos ensayos: el que haces y el que escuchas...
Sí. Y al final, a base de repetición, vas cogiendo un poco de forma, porque si llevas un tiempo sin ensayar estás un poco frío. También hemos empezado con Xabi al bajo, pero no nos ha costado mucho familiarizarnos, ha sido bastante sencillo.
En sus hojas de promoción y en los comentarios del grupo casi sale más la palabra Fugazi que Lisabö. Un estereotipo compararles siempre con ellos. No sé qué tal les sienta, porque, al fin y al cabo, se pueden parecer tanto a esta banda como a Mikel Laboa, por ejemplo...
La primera vez que escuché a Mikel Laboa lo primero que pensé es en Sonic Youth. Son formas muy diferentes de llegar a la música, o de llevar la música, pero al final el poso que dejan es la misma sensación. Fugazi es un grupo que nos gusta mucho. La filosofía de su discográfica, cómo plantean las cosas, el hecho de que pudimos tocar con ellos... En ningún momento nos va a molestar que nos comparen con Fugazi. Es un piropo muy grande.
¿Qué tal va la gira?¿Cómo le está sentando a la gente?
Está funcionando bien. Y estamos disfrutando mucho tocando. De todos modos, si te digo la verdad, después de tantos años estamos tocando en sitios con muy buenas condiciones, buen sonido, pero el grupo cuando más disfruta es en los conciertos de gaztetxe, de batalla. Que te venga un período como éste se agradece, pero no nos gusta olvidarnos de por dónde hemos pasado.
Es de alguna manera su código genético, lo que han escuchado, donde se han movido...
Sí, y donde disfrutas, porque está todo mucho más cerca. Al final, en la música se interactúa de una forma continua con la gente.
Pero subirán a Azkena a dar todo...
Por supuesto, nos encanta tocar en un sitio así y que nos vea gente que igual por sí misma no vendría a vernos. Para nosotros es una buena oportunidad. Y luego el hecho de poder ver a bandas que nos gustan.
Quizás The Mars Volta...
Si quieres que te diga la verdad, nosotros hacemos la música que hacemos, pero escuchamos música muy diferente. A mí igual me hace más ilusión ver a Charles Bradley o Lee Fields, la vena soulera que va a llevar este año el festival, y el country de Matt Ward, que cosas más duras. A veces hemos intentado hacer cosas diferentes, pero la música al final nos sale así. Se queda en el pensarlo... No sabemos hacer algo que nos gustaría hacer.
Es sincero...
Al final es así, ser sincero contigo mismo, ver que lo que haces no sale forzado, que sale así porque te sale.