La ciencia ficción intelectual que Ray Bradbury escribió en papel fue, en cambio, desaprovechada en el cine, con excepciones como Fahrenheit 451 o su cameo en Ricas y famosas, de Cukor, aunque en televisión encontró un hueco en The Ray Bradbury Theatre, serie que estuvo siete años en antena. La muerte de Bradbury deja un impresionante legado literario, pero, curiosamente, como otros grandes escritores -desde Marcel Proust a Philip Roth-, no ha sido un escritor al que se le haya hecho justicia en el mundo del cine. Solo la película Fahrenheit 451, de François Truffaut, puede ser más o menos meritoria de llevar el sello de su autor literario, si bien no se encuentra entre las mejores obras de un director que se acercó a un género a priori antitético a su universo. El filme, de tibia acogida en su día, hoy luce algo anticuado, aunque retiene parte de las fascinación distópica del libro y su denuncia de la analfabetización como arma de poder es más vigente que nunca. Un Jack Clayton en horas bajas fue contratado para adaptar El carnaval de las tinieblas. La versión cinematográfica de El hombre ilustrado también pasó sin pena ni gloria y lo mismo sucedió con Crónicas marcianas.