Vitoria. Cuesta tanto prepararlo y se acaba tan pronto... Lo mismo que los pasos de baile, un festival se trabaja día a día y se consume como un sorbo en boca de sediento, como un bocado suculento. Precisamente Gastroswing volvió a combinar las huellas del swing y las piruetas del carrillo en su segunda edición, tres días de actividades que ya mismo, desde la organización, parecen difíciles de superar. En las calles, en la pista, en los bares, en Álava... Hasta todos los lugares se ha extendido un encuentro que muestra aquí algunos instantes detenidos en la sala Jimmy Jazz, con el ritmo de The Big Jamboree, y en la -ideal para el baile- calle Sancho el Sabio. Ya empieza el hambre de más baile. A por la tercera. Fotos: dena flows