Madrid. Javier Bardem presentó ayer en Madrid el rodaje de Alacrán enamorado, película basada en la novela de su hermano Carlos que se convierte en la primera cinta que el actor rueda en España con un director español desde Mar adentro.

"La gente lo llama vuelta, pero yo nunca lo he sentido así. He rodado aquí Biutiful, con Woody Allen, con Milos Forman y con equipos españoles. Tengo la suerte de trabajar fuera y lo sigo alimentando muchísimo, tal y como está el patio, pero no tengo la sensación de haber vuelto después de muchos años", explicó ante los medios.

Como en No es país para viejos y como en la película de James Bond que acaba de rodar (Skyfall), en Alacrán enamorado Bardem se vuelve a poner la careta de villano: el cabecilla de la banda neonazi en la que se enrola Julián, el protagonista de esta cinta, encarnado por Álex González. "Es la cabeza pensante de una organización que surge en momentos de crisis, cuando hay gente que está por la diferencia y la exclusión", resumió el actor, a tres semanas de la finalización de un rodaje en el que se pone por primera vez a las órdenes de Santiago Zannou, quien se dio a conocer con El truco del manco. "Espero que la película nos haga reflexionar sobre el momento que vive Europa", aseguró el actor. Bardem, ganador de cinco premios Goya, dos Copas Volpi y un premio en Cannes, se une a este proyecto no solo por la presencia de su hermano, sino también porque al leer su libro la historia le gustó "muchísimo". "Les dije que cuando hicieran la película estaba para ayudar en lo que pudiera", dijo.

Aunque su papel no es el que más presencia tiene en la trama -más importancia tienen los de Carlos Bardem, Miguel Ángel Silvestre o Judith Diakhate-, Javier Bardem fue el blanco de todas las preguntas de la prensa. "La diferencia entre James Bond y esta película es que hay menos tráileres, pero la responsabilidad es siempre la misma. Y entre el acción y el corten, el miedo, el deseo y la inseguridad son los mismos", afirmó. Y consideró este proyecto "muy adulto y muy maduro", agregó. Finalmente, dijo entre bromas que lo que le piden sus compañeros de profesión en España es "algo de dinerillo, que está la cosa muy jodida" y recordó que, en el momento que vive España, "los que llevan el cotarro" deben saber que "se les está yendo mucha gente con talento y que entonces este país va a recular en lo científico, lo artístico y lo social".