Vitoria. Un junio que en el Principal va a estar marcado por la sonrisa, aunque habrá tiempo también para otras cosas, no podía empezar de otra forma que no fuera con una comedia. La palabra se despide hoy y mañana de la programación invierno-primavera (la estival empezará en un par de semanas) y lo hace de la mano de un nombre propio que no necesita de presentación, Verónica Forqué. Para la cita de esta tarde, que nadie se moleste. Está todo agotado desde hace meses. Pero justo 24 horas después Shirley Valentine volverá a encontrarse con el público y para esa sesión, que también se iniciará a las 20.30 horas, sí que hay entradas todavía.
No es la primera vez que la historia creada por Willy Russell y que ha tenido versiones en muchos países ha sido llevada al teatro en el Estado, pero ya ha pasado un tiempo desde que se hizo la primera adaptación al castellano (la otra se produjo en catalán) y parece que a pesar de que la historia es conocida y ha saltado también a la gran pantalla, Forqué ha conseguido encandilar de nuevo al público. Así lo dice, por lo menos, la intensa gira en la que está embarcada o en el hecho de que en Gasteiz, cuando las entradas se pusieron a la venta a principios de año, las butacas se agotasen en un suspiro.
Una mujer que pasa de los 40 y cuya vida está dedicada del todo a sus hijos. Una persona que para seguir el camino que se entiende como lógico ha ido dejando por el camino sus sueños y esperanzas. Un ser humano que en un momento dado se plantea dar un puñetazo encima de la mesa y retomar las riendas. Y a partir de ahí, la comedia, la reflexión, los sentimientos... y un monólogo de una hora y media que convierte a Verónica en Shirley bajo la dirección de Manuel Iborra, es decir, su pareja en la vida real.
Procurando no caer ni en los tópicos ni en los caminos ya conocidos a la luz de la temática que se trata, Forqué se queda sola sobre las tablas para hablar de una mujer que podría ser muchas otras al mismo tiempo, sin que eso signifique que sea un montaje específico para ellas. Natural como la vida misma, podría decirse. Natural como es la propia actriz madrileña.
Aquellos que quieran disfrutar con su nuevo paso por Gasteiz y todavía no tienen su entrada, deben centrarse en la sesión de mañana, para la que los pases están a la venta por 18, 12 y 6 euros.