Vitoria. Tras ocho años cultivando su semilla en Gasteiz, conquistando julio tras julio las céntricas arterias de la capital alavesa con la energía de decenas de agrupaciones, el Big Band Festival descubrió hace unos meses que también era pasto del recorte. Lo bueno de las semillas, es que cada año pueden viajar en busca de tierra fértil, esa misma que Rioja Alavesa ha ofrecido al encuentro musical, que del 3 al 8 de julio se muda a un circuito de localidades amparada bajo el paraguas del ciclo Música entre viñedos. El show debe continuar, cantó Mercury. Y, en este caso, el show ha podido continuar.
Son ocho años de experiencia. Da para muchas semillas. Y eso es lo que pretende esta nueva edición del Big Band Festival, sembrar muchas semillas. Y en muchos lugares. Que todos los rincones de la cuna del vino dejen que sus taninos se impregnen de groove con un programa que abrirá el mes de julio -uno de los meses más especiales del año en esta zona- a base de música en directo, de música con afán didáctico y de música aliada, cómo no, con los caldos.
Si antes recorría calles, el Big Band Festival dibujará este año un on the road comarcal, con un programa que puede recordar al formato que utiliza desde hace años otro encuentro con label alavés, el Festival de Teatro de Humor de Araia. De este modo, de martes a jueves las bandas locales de Elciego y Labastida, además de Piccolo y Saxo (Logroño) tomarán diversos escenarios del mapa. El viernes será el turno de la Gasteiz Big Band, que en compañía de otro artista aún por confirmar tomará las tablas de Laguardia para inaugurar el fin de semana.
Al día siguiente, maridaje a cargo de los wine-concerts, que se celebrarán por la mañana en Moreda y Oion, y por la tarde en Villabuena de Álava, con la Gasteiz Big Band, la Big Band Berri y la Deba Band como protagonistas. El domingo 8 pondrá el epílogo con actuaciones de la Banda de Laguardia, que juegará en casa; la Big Band Berri, que visitará Lapuebla de Labarca; y la Gasteiz Big Band, que llevará sus instrumentos hasta Elciego.
Además de lúdico, el proyecto será esta vez claramente didáctico. El año pasado, los jóvenes intérpretes de la Txiki Txiki Big Band se hacían de nuevo un hueco en el programa del Big Band Festival, conquistando -tras estrenarse un año antes en las tablas del Jardín de Falerina- la Virgen Blanca.
Esta vez, el proceso será orgánico. La Txiki Txiki Big Band se irá construyendo sobre la marcha. Los talleres se irán sucediendo durante toda la semana en diferentes localidades de Rioja Alavesa para converger, el sábado 7, en Labastida, mostrando el repertorio aprendido durante esas jornadas y abriendo el telón a una banda aún por conocer.
raíz orgánica Como todo ente orgánico que se precie, la extensión de las raíces del Big Band Festival es insospechada, y se abrirá con toda probabilidad, más allá de estos espacios, hasta todas las localidades de Rioja Alavesa, dibujando un mapa musical para la semana. Y es que precisamente la Cuadrilla de Laguardia-Rioja Alavesa y la Ruta del Vino de Rioja Alavesa son las organizadoras del programa Música entre viñedos, que ha acogido la novena edición del Big Band Festival, huérfano de espacio y apoyo económico, que no de voluntad y de ganas por extender la música.
Música, vino y ocio serán, de esta forma, los ingredientes principales de la fusión -si nos ponemos musicales-, del maridaje -en plan gourmet-, de un mix de ocio que comienza un mes de cuenta atrás.
Para los seguidores del festival, existe una oferta turística especial destinada a estas fechas en los alojamientos, restaurantes y bodegas de la zona, que cuentan este año con un nuevo atractivo en forma de grandes y potentes agrupaciones adictas al baile y a una música envenenada de swing. El Big Band Festival se muda. Su semilla viaja hasta Rioja Alavesa. Las notas son intangibles. El sentimiento que levantan, imperecedero.