La alquimia, el esoterismo y la naturaleza fueron algunos de los caminos por los que transitó el pintor y escultor Pablo Palazuelo (1915-2007) hasta desembocar en la abstracción geométrica de una obra no tan conocida, que ahora ayuda a entender una exposición de inéditos inaugurada ayer en Valladolid. "Ha sido uno de los grandes artistas abstractos españoles del siglo XX, comparable a Rothko. Su obra no ocupa el lugar que debería porque fue un personaje muy especial, con una trayectoria vital casi monástica. No hizo pasillos ni le gustó la promoción", explicó Marisa Oropesa, una de las comisarias de la exposición Pablo Palazuelo. Inédito. La muestra cuenta con medio centenar de piezas nunca antes mostradas en su mayor parte, y que ha cedido la Fundación que lleva el nombre del artista. Buena parte de ellas, que permanecerá en Valladolid hasta el 15 de julio, corresponde a los últimos quince años de su vida, los comprendidos entre 1989 y 2004, lienzos y esculturas característicos de la fuerte base geométrica que distinguió sus obras desde los años cincuenta del pasado siglo.
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