Vitoria. Iban Barrenetxea (Elgoibar, 1973) llevaba diez años trabajando como diseñador gráfico hasta que un buen día decidió seguir su intuición y se puso a ilustrar libros infantiles. No solo él salió ganando, sino que sus dibujos permiten a los lectores evadirse en un mundo mágico y de fantasía.

Acaba de ilustrar 'Blancanieves'. Ante una obra tan unida a la imagen de Disney, ¿cómo aborda la interpretación del libro?

Yo desde el principio he tenido muy claro que Blancanieves no pertenece a Disney, pero al mismo tiempo tampoco pertenece a los Hermanos Grimm. Es un relato popular. Lo que hizo Disney fue lo que hacen los cuentacuentos, adaptarlo al público al que iba dirigida su película.

¿Se ha basado en esa versión para crear sus dibujos?

En absoluto. Pero tampoco he intentado renegar de ella. Hay cosas que están tan integradas en el imaginario popular que sería absurdo luchar contra ellas. No creo que sea necesario romper con la imagen de Disney, simplemente voy a mi manera. Me he limitado a ilustrar Blancanieves. He leído el texto y he hecho lo que he podido, sin tratar de romper con nada ni querer hacer una versión moderna. Simplemente jugar con el texto, lo que me ha sugerido.

En una historia tan famosa como esta, ¿cómo intenta aportar su granito de arena para contar algo más?

Para mí, el principio y el fin es el texto. Lo que hago es intentar eliminar esas influencias que pueden interponerse en una lectura más pura. Ahora se estila bastante actualizar los clásicos, pero creo que le quitan la intemporalidad que tienen.

Usted quiere llegar a la esencia.

La versión de este texto es la que publicaron los Hermanos Grimm hace 200 años y la gente que ha leído el relato ahora se ha encontrado con alguna sorpresa. Cada momento necesita sus propias voces, y yo intento expresar algo que ya se ha dicho muchas veces pero con mi propia voz. No quiero aportar nada nuevo ni ser original. Yo lo he hecho de una forma y cualquiera lo haría de otra.

Ha comentado que quiere imprimir su propia voz, y es verdad que en sus dibujos se puede identificar fácilmente su mano. ¿Cómo se consigue mantener un estilo propio?

Precisamente, creo que se consigue sin intentarlo. El estilo es un proceso que no es muy racional, es lo que sale cuando dejas de buscar. Ahí se engloba todo lo que has ido aprendiendo, lo que te ha influido. Y sigue evolucionando, aunque parezca que siempre es lo mismo. Al final tu voz es la que es y aunque intentes cambiarla o modificarla, es imposible.

Le acaban de conceder el Premio Kirico 2011 por 'El cuento del carpintero'.

El Premio Kirico lo concede una asociación de 92 librerías de todo el estado que va escogiendo libros publicados durante el año. Estoy encantado con los premios que me han ido concediendo. El de Euskadi, aunque llegó en 2011, era por un libro de 2010. Estoy contentísimo porque los premios han sido con Bombástica Naturalis y este, que son justo los dos que he publicado con texto propio. Al ser un proyecto personal es el doble de alegría.

Los premios han llegado para reconocer su labor, no solo como ilustrador, sino también como guionista.

En realidad siempre me ha gustado escribir y dibujar a la vez, lo veo como algo realmente complementario. Esta forma literaria surge de la interacción de los dos elementos. Ambos son, tanto la imagen como el texto, el medio por el que se cuenta la historia. pero el gran premio de los que nos dedicamos a esto es que podamos seguir haciéndolo. El premio es el hecho de que los libros se vendan.

Viendo su página web parece tener muchos trabajos entre manos.

Tengo la agenda bastante completita, pero siempre intento estar centrado en un solo libro y no tener varios al mismo tiempo, porque me disperso demasiado. Pero sí, ahora estoy con otro libro entre manos.

¿De qué trata?

Es una adaptación de David Copperfield , por el 200 aniversario de Dickens. Estoy encantado porque es uno de mis escritores favoritos.

¿Siente especial atracción por los clásicos o es casualidad que sus últimas publicaciones sean de autores que cumplen 200 años?

He probado un poco de todo. En realidad llevo solo tres años en el mundo de la ilustración y en este tiempo he ilustrado autores vivos, clásicos y cosas propias. Esas facetas me parecen interesantes y estoy bastante cómoda con todas. Por capricho, me encanta dibujar clásicos. ¡Hay tantas y tantas cosas que me gustaría ilustrar solo por el placer de hacerlo! Pero lo que más me apetece y considero importante es crear cosas nuevas.

¿Cuándo se decidió a ser ilustrador?

Al principio, lo veía como algo muy difícil. No me hacía a la idea de que eso pudiera ser una profesión. Intenté buscar algo más y me pudo el sentido común. Encontré trabajo de diseñador gráfico, pero poco a poco me di cuenta de que iba a terminar haciendo esto. Estoy encantado de que lo que hago haya conseguido conectar con los lectores. Yo me preguntaba por qué la gente se iba a a gastar su dinero en un libro que hubiera ilustrado. Comprar un libro es casi como un acto de amistad, y yo solo les puedo dar las gracias con total humildad y esforzándome el máximo posible.

Ahora que la ilustración para adultos está tan en alza, ¿no le atrae ese campo?

En realidad, los libros para niños también son para adultos. Cada lector puede hacer lecturas diferentes a lo largo del libro, que en realidad es lo más interesante. Quiero llegar a crear libros que puedan crecer al mismo tiempo que el lector.

¿Cuál es su método de trabajo?

No tengo ninguna norma establecida, pero leo muchísimo. La base es el texto, de forma hasta un poco obsesiva. Cuando tengo que dibujar me documento en profundidad: leo biografías, artículos y me meto mucho en el personaje, incluso escucho música de la época. Es una inmersión total en el mundo del autor. Dejo que las imágenes se vayan formando en mi cabeza, y esa es la parte más divertida. Cuando estoy tan metido en estos textos empiezo a ver las imágenes y encajarlas dentro de una estructura literaria para formar una narración. La parte final es puro trabajo.

¿Cómo crea los dibujos, todo a ordenador, primero a mano...?

Para mí la técnica no debe ser la protagonista de la ilustración, sino el medio por el que dibujas lo que quieres expresar. Y utilizo la técnica que veo más adecuada para reflejar la imagen que quiero plasmar. El primer libro lo hice con lápices, pero a lo largo de los años he utilizado muchas formas distintas. Ahora trabajo de manera digital, lo hago todo directamente en ordenador. Tampoco hago bocetos ni nada parecido, suelo esperar a tener una imagen bastante clara en la cabeza y el resto es estar allí hasta intentar que se parezca a lo que he pensado.

Además de la edición de David Copperfield, ¿tiene alguna otra cosa entre manos?

Tengo otro libro, pero no puedo decir nada sobre él, solo que es otro clásico. Y después estoy pensando en tomarme un tiempo para escribir por mi cuenta o probar algo un poco algo diferente. Tengo una novela por ahí escrita y tal vez intento pulirla un poco, publicarla, escribir algo nuevo. Pero el mundo editorial va a toda velocidad, te atrapa, y se basa en dibujar, dibujar y dibujar. En tres años he publicado nueve libros y necesito echar un poquito el freno.

"Cada momento necesita su voz y yo intento expresar lo que ya se ha dicho pero con mi propia voz"

"La técnica no debe ser la protagonista, sino el medio por el que dibujas lo que quieres expresar"

Un adelanto de su próximo trabajo del libro de Dickens 'David Copperfield' y un ejemplo de las ilustraciones que se pueden encontrar en 'Blancanieves'.