Vitoria. Será el último programa. Y, de haberla, la última propina. Llega a su fin la séptima edición del Ciclo de Grandes Conciertos, que a través de cuatro sesiones ha acercado a Gasteiz la labor de sendas orquestas, capeando los recortes presupuestarios. Pone la guinda, esta noche a las 20.30 en el Principal, la Tchaikovsky Symphony Orchestra Moscow, con su director Vladimir Fedoseyev al frente y Alexei Volodin al piano. Todo será ruso, desde los intérpretes hasta un programa que protagonizarán la vertiente pianística de Rachmaninov y El lago de los cisnes de - no podía ser de otro modo- Tchaikovsky.
Reconocida como una de las orquestas más prestigiosas y versátiles de Rusia, la Orquesta Sinfónica Tchaikovski de la Radio Moscú fue fundada en 1930, y, hasta la disolución de la Unión Soviética, fue la orquesta oficial de la Red de Radio Soviética. Desde 1937 hasta la actualidad, varios directores han contribuido a su desarrollo artístico. Orlov, Glovanov, Gauk y Rozhdestvensky precedieron a Vladimir Fedoseyev, que desde 1974 asumió su liderazgo, convirtiéndola en uno de los conjuntos más importantes de Rusia.
Las interpretaciones de Fedoseyev son famosas por la profundidad, la pasión, la intensidad emocional y el sentido del carácter nacional de la música, un sello de grupo que en 1993 cambió con la orquesta a su actual nombre, por un decreto del Ministerio de Cultura de Rusia. La concesión a la orquesta del apellido del gran compositor ruso fue un reconocimiento al destacado papel en la promoción de su música.
La Orquesta Sinfónica Tchaikovski, que tradicionalmente participa en el Concurso Internacional Tchaikovski y en las veladas musicales de los museos dedicados al autor en Klin y Votkinsk, ha estrenado piezas de Shostakovich, Khachaturian o Prokofiev, y realiza giras por todo el mundo, actuando regularmente Londres, Tokio, Viena, París, Milán, Munich, Frankfurt, Ginebra, Estocolmo, Roma, Oslo o Praga, entre otras ciudades.
Además del Concierto para piano nº2, en do menor op. 18, de Rachmaninov, la pieza que completa el programa es una de las más famosas de la historia de la música. El lago de los cisnes es el ballet más apreciado de todos los tiempos, Tchaikovsky el compositor de música de ballet por excelencia, autor de melodías ricas, bellas, agradables en la escucha y muy apropiadas para bailar.
El lago de los cisnes brilla desde las primeras notas melancólicas y misteriosas del oboe, que anuncia la presencia de la princesa-cisne junto al lago. Los ritmos que siguen, ya sean rápidos o lentos, han inspira-do y aún inspiran coreografías líricas, fluidas y un tanto dramáticas, que ofrecen una gran oportunidad de lucimiento a los intérpretes.
Es el primero de los tres ballets que escribió el autor ruso a lo largo de su trayectoria, y lo hizo por encargo de la Ópera de Moscú. Nunca había escrito anteriormente música para ballet, pero aceptó el proyecto porque, como escribió a su amigo Rimski-Kórsakoff, "necesitaba dinero, y hacía tiempo que deseaba tratar de componer música de ese tipo". Desde entonces -descubriendo una vena clave en su música en esa mezcla de apetencia y necesidad alimenticia- procuró dar a sus ballets la estructura de una ópera, con sus arias, dúos y conjuntos. Una ópera, salvo que los actuantes bailan en lugar de cantar.
El ciclo gasteiztarra bailará también sus últimos compases esta noche en el Teatro Principal, con casi todo el aforo vendido. Para los que intenten hacerse con las últimas butacas, éstas viajan desde los 30 hasta los 54 euros.