"Y mientras Motos trabaja la sátira, Buenafuente, en la misma cadena, duerme una siesta extraña. Su programa semanal no solo no consigue audiencia significativa -que a mi modo de ver sería lo de menos-, sino que parece funcionar a medio gas. O sea, acaba de llegar como quien dice, pero parece que ya tiene las pilas gastadas. La ironía, la dentellada, el ingenio, el sarcasmo lúcido, que son sus mejores armas, todavía no aparecen por ninguna parte. ¡Ahh! A ver si ahora va a resultar que Motos, día a día, le va a ir comiendo el terreno de la mordacidad."