Todavía están con un poco de jet lag pero no tienen mucho tiempo para relajarse. Llegaron el martes con algún que otro problema con los aviones (¡qué extraño!) después de cruzar el Atlántico. Tienen entre 14 y 18 años y todos son estudiantes de los tres conservatorios de Euskadi y de varias escuelas vascas de música, siendo su punto de unión la EIO Orkestra, un proyecto nacido hace ya siete años por el que han pasado cientos de jóvenes que cada día compaginan sus estudios de Secundaria con su aprendizaje sonoro. Sin casi tiempo para ordenar todo lo que han vivido en Colombia, los 80 componentes de la agrupación vuelven este fin de semana a afinar sus instrumentos para actuar el domingo en el Aula Magna del Jesús Guridi a las 19.00 horas (la entrada será libre hasta completar el aforo) justo entre el concierto que mañana ofrecerán en Bilbao y el día 20 en Tolosa.

En la localidad guipuzcoana, los integrantes de la orquesta dirigida por Iker Sánchez Silva ofrecerán su último recital juntos. Cada año, el grupo nacido al amparo del área de Educación del Gobierno Vasco se renueva por completo, algo que volverá a suceder el próximo diciembre. La demanda para entrar es alta. Sólo hay que tener en cuenta que a la última convocatoria, la que se produjo a finales de 2011, se presentaron 300 solicitantes para 80 plazas. Casi nada.

En estas citas con el público, por así decirlo, de casa, los jóvenes instrumentistas van a ofrecer el mismo repertorio con el que han estado trabajando en el viaje a Colombia, que se produjo entre San Prudencio y el pasado martes. Así, los asistentes se dejarán llevar por EIOK de Antonio Lauzurica, un estreno realizado por el compositor vitoriano de manera específica para la agrupación, Andante y Rondó Húngaro para fagot y orquesta de C. M. von Weber, y la 7ª Sinfonía de Prokofiev. "Eso sí, habrá al final alguna sorpresa con aire colombiano", anticipa Sánchez Silva, que no para de acumular proyectos y trabajos, lo que hace que casi no pase por su Irún natal, esté poco tiempo en su Gasteiz de residencia y tenga olvidada la trompeta. "No es fácil pero estoy encantado aunque este trabajo de director de orquesta a veces sea un poco solitario".

La EIO Orkestra le tiene estas semanas monopolizado. Tanto él como sus músicos prepararon la gira por Colombia y estos conciertos en Euskadi durante una concentración en Eibar. Después, llegó el momento de tomar el avión y cruzar el océano. Ahora, llegan unos recitales en Bilbao, Vitoria y Tolosa en los que "el público puede que no se vaya a encontrar con el nivel de una orquesta adulta, pero hay que saber lo que se hace, y muy bien, para interpretar, por ejemplo, la 7ª Sinfonía de Prokofiev", explica el director, quien además resalta la importancia que ha tenido esta vez el poder interpretar una obra de un compositor contemporáneo y cercano como Lauzurica puesto "que es el lenguaje de hoy y, además, nos ha permitido que los jóvenes tengan un contacto directo con él, le pregunten, hablen...".

Desde Bogotá Se podría decir que, de alguna manera, la preparación de estos tres conciertos en el País Vasco se ha producido en Colombia. Pero es exagerar. En realidad, desde su puesta en marcha, la EIO Orkestra siempre ha mirado hacia el exterior. Ya ha estado en ciudades cercanas como Barcelona pero también en países lejanos como Venezuela con el objetivo de enriquecerse con estas experiencias.

En este 2012, eso sí, cruzar el océano ha estado condicionado, cómo no, por la crisis económica. Con casi todo ya organizado, el Gobierno Vasco anunció a la orquesta un recorte de gran calado que puso en peligro la aventura. Sin embargo, se decidió seguir adelante con la complicidad económica de las familias. Solventado esto, la intención de Sánchez Silva y sus diez profesores acompañantes ha sido claro: conocer de primera mano el Proyecto Batuta, iniciativa estatal encaminada a la enseñanza musical y a la formación de orquestas juveniles e infantiles.

"Tanto en Venezuela como en Colombia nos llevan mucha ventaja en este campo", advierte el director vasco, que asegura que es necesario quitarse de la mente tópicos y prejuicios para encontrarse con una preocupación especial en estos países por la educación musical en conjunto. "En el aspecto técnico, nuestra gente está mejor preparada, pero somos más estáticos; ellos no son tan individualistas, tienen sensación y actitud de orquesta desde el principio y eso es porque empiezan desde muy niños a formarse en este sentido".

Esa otra forma de hacer es lo que los responsables de la EIO Orkestra van buscando con estos viajes, es decir, dar la oportunidad a los músicos vascos que están en plena etapa educativa de acercarse a otras maneras de conocer la música y, en la medida de lo posible, aprender de ello. Eso sí, también Sánchez Silva saca sus lecciones. "De cuando estuvimos en Venezuela nos dimos cuenta que era necesario crear dentro de nuestro proyecto lo que desde hace dos años es la EIO Gaztea, es decir, una orquesta para los menores de 14 años. Y tras este nuevo desplazamiento, estoy cada día más convencido de que tenemos que dar un paso más allá y crear una agrupación con los pequeños que sólo llevan meses tocando". Eso sí, tanto ensayo y contacto con la orquesta Juvenil de Bogotá también tuvo su reflejo en dos actuaciones ofrecidas en la capital colombiana con gran éxito de público.

Bueno, y hubo tiempo para otras cosas que no fuesen música... hasta cierto punto. "El comportamiento de los estudiantes ha sido una vez más espectacular. Me quito el sombrero. Claro, estamos hablando de gente que tiene que ser disciplinada para compaginar su vida escolar con la educación musical", relata el director, quien reconoce, eso sí, que ha habido algo contra lo que ni él ni varios de los alumnos y alumnas han podido luchar: el mal de altura.

Aún así, el tiempo libre incluso les ha dado para que varios de los jóvenes intérpretes hicieran de profesores en una de sus escapadas fuera de Bogotá, en una escuela de música abierta hace poco en Villa de Leyba.

Todas estas experiencias, y unas cuantas más, forman parte ya del bagaje personal y musical de los componentes y responsables de la EIO Orkestra. De la misma forma que lo harán aquellas vivencias que salgan de los tres conciertos que entre este fin de semana y el próximo ofrecerán en Bilbao, Gasteiz y Tolosa. Iker Sánchez también las va reuniendo. Y compartiendo con otras que se va encontrando en su trabajo con la Sinfónica de Bilbao, la de Euskadi, la de Tenerife...