Bilbao. Los ilustradores vascos se han entregado de lleno al presente digital y abrazan sin recelo un futuro que les depara más de lo mismo: programas y más programas que facilitarán su trabajo, que al fin y al cabo se reduce a una forma de expresión antiquísima, el dibujo. Así, el lenguaje gráfico se dota de nuevos utensilios (tableta gráfica, Photoshop, Ilustrator, 3DMAX, Painter...) que ya forman parte de la mesa de trabajo de nuestros dibujantes.
Ángel Unzueta (Ordizia, 1969) fue pionero en la utilización de herramientas digitales aplicadas a la ilustración, allá por los años 90, y hoy en día es el dibujante más internacional de Euskadi. Empezó trabajando en la Editorial LUR (con Juan Luis Landa e Iván Landa), donde aplicó las técnicas digitales a la incipiente enciclopedia que estaba creando la editorial, y después pasó a engrosar la lista de preferidos de Planeta Agostini. De ahí dio el salto a Nueva York, donde ha trabajado para Marvel y DC (junto al guionista Geoff Johns), dotando de vida a superhéroes como Lobezno (X Men) o Flash, entre otros.
Unzueta vive en Zarautz pero se expande por medio mundo, sobre todo por EE.UU. y Francia, donde tiene previsto publicar un cómic (Reliques) en mayo. Además, conoce como pocos las nuevas tecnologías y las aplica en todos sus trabajos. Estas milagrosas herramientas han revolucionado el trabajo de los dibujantes, aunque la mayoría de ellos se han ido incorporando a la ola digital en los últimos años. Unzueta fue pionero en el Estado español y está orgulloso de ser un tradigital. Controla, además de la propia ilustración, el mundo del diseño, la fotografía, la animación y el 3D. Se empezó a interesar por los nuevos programas informáticos hace veinte años. "La primera portada que publiqué para Planeta Agostini utilizando 3D es del año 1994. Entonces yo ya percibía que aquello me abría otro campo de posibilidades, y eso que el hardware y el software que yo usaba distaba mucho de la capacidad de los equipos de los que disponemos hoy en día", asegura el dibujante guipuzcoano.
Pero en los noventa no era fácil acceder al mundo digital. Así lo entiende el dibujante: "En primer lugar, la adquisición de un buen ordenador equipado con poderosos software no estaba al alcance de todos los bolsillos, y más teniendo en cuenta que muchos ilustradores malvivían - y malviven- de su trabajo. Hoy en día ya no son tan caros. El primer Mac que me compré, hace ya 20 años, me costó el ojo izquierdo, pero ahora puedes comprar un ordenador potente por un precio muy razonable". Había más razones para desconfiar. "Las herramientas digitales que se ofrecían no tenían ni la fluidez ni las posibilidades que tienen las de hoy. Se ha avanzado de forma exponencial. Hubo gente que lo vio antes y otros pensaron que los ordenadores nunca iban a ofrecer los resultados que ya están ofreciendo. Para mí fue una apuesta, porque yo sí lo veía".
Acabado orgánico "Hoy por hoy no tiene sentido negar este servicio, o como mínimo dedicar parte del proceso creativo a las nuevas tecnologías. Las posibilidades del acabado de un dibujo por ordenador son cuasiorgánicas, el proceso de dibujo y de pintura es básicamente igual que el tradicional", asegura el propio Unzueta. Esto no quiere decir que quieran abandonar el lado romántico del oficio: "No, no queremos abandonar la mesa de dibujo del todo, porque es lo que más placer nos produce. El ordenador es una fase más mecánica, más de acabado. Mira, por ejemplo, el último trabajo que estoy llevando a cabo está dibujado completamente a ordenador. Pero cuidado, soy yo el que lo dibujo, no es el ordenador el que lo hace, que hay gente que piensa que es así (risas)". Al parecer la clave está en "la mezcla de los dos ámbitos, el tradicional y el digital, porque eso puede dar resultados más personales".
Tampoco es cierta la leyenda que dice que las nuevas tecnologías aceleran el trabajo del dibujante. Lo explica bien Unzueta: "Las nuevas tecnologías facilitan el trabajo, pero no siempre lo aceleran. A veces lo ralentizan, porque es tal la avalancha de herramientas y posibilidades que se ofrecen que puedes estar experimentando horas y horas hasta lograr lo que quieres".
Interactividad "Ahora hay una avalancha de artistas que llegan de ese mundo, del mundo del diseño por ordenador, y empiezan a utilizar las computadoras antes que el lápiz. Este es un problema grave", afirma Unzueta, porque "lo primero que hay que aprender es eso, las técnicas del dibujo, las tradicionales. El ordenador no deja de ser una herramienta más. Si tú no sabes usar bien el lápiz, será difícil que consigas hacer un trabajo de alta calidad a ordenador".
Sabemos cuál es el presente, pero, ¿qué depara el futuro? "Las distintas tecnologías están confluyendo más hacia un mismo punto, que es el de la interactividad total, es decir, las herramientas están avanzando para darnos más posibilidades pero haciéndolo todo de la forma más natural posible", aclara Unzueta, que insiste en que "la meta será conseguir lo mismo que hacemos con herramientas tradicionales y más, pero sin esas curvas de aprendizaje, sin esa necesidad de saber sobre programas y ordenadores, de una forma más natural y fluida".
"Esto lo estamos viendo ya en los dispositivos móviles. La interactividad natural, ese es el futuro, y nosotros tendremos que adaptarnos a lo que viene", concluye Unzueta.