Ni el largo y oscuro invierno ni el irresoluto asesinato de Olof Palme tienen nada que ver con el auge de la novela negra nórdica, afirma la escritora Kristina Ohlsson, quien rechaza que ni ella ni sus colegas, tampoco Stieg Larsson, pretendan retratar la realidad social de Suecia, que, en su opinión, "no es tan negra" como la pintó el autor de la trilogía Milenium. Ohlsson, que por amor a la escritura acaba de dejar su empleo como analista de los servicios secretos suecos y asesora de la OSCE en materia de terrorismo, publica el thriller Elegidas (Espasa). Violencia contra las mujeres y los niños, camaradería y rivalidad policial y una heroína treintañera con crisis de identidad se conjugan en la novela que lanzó a Ohlsson al estrellato en su país y que comenzó como su "pequeño proyecto privado".