parÍs. La cantante portuguesa Mísia regresa a las raíces del fado para después alzarse y "volver a volar", en un disco, Senhora da Noite, que rinde tributo a la música lusa escrita en clave exclusivamente femenina. La artista, que se considera una persona "de ida y vuelta", que va y viene de sus orígenes, reivindica en una entrevista con Efe el derecho a huir de los estereotipos y ser "muchas cosas al mismo tiempo". "Soy hija del Atlántico y del Mediterráneo", asegura esta alma viajera de madre catalana y padre portugués que ha recorrido medio mundo y vivido en ciudades como Madrid, Barcelona o París.

Con la ciudad de Oporto como "escenario interno" permanente, retorna con esta última obra al folclore portugués más ortodoxo sin renunciar a los arreglos contemporáneos omnipresentes en toda su discografía, que la han convertido en una de las fadistas de mayor éxito internacional por lo ecléctico de sus influencias.

Mísia cree que del fado le atrae su vertiente "más universal", aquella que permite conectar a través de las emociones "con un neozelandés, un chino e incluso un portugués", agrega con picardía al recordar que cuando empezó a cantar no existía un público interesado en este género musical, por lo que se lo tuvo que ganar. Defiende sus incursiones en el tango, el flamenco o el blues por considerar que, pese a ser muy diferentes, todos ellos "curan las heridas y cicatrizan de la misma forma que el fado".