Amsterdam. La reina Beatriz de Holanda dio ayer un paso totalmente inusual para las habituales y rígidas normas del protocolo real: criticó a Geert Wilders, líder del islamófobo Partido de la Libertad (PVV), después de que la formación del polémico político holandés descalificara a la monarca por llevar velo islámico y abaya (una túnica que cubre el cuerpo hasta los pies) en su visita a Emiratos Árabes y Omán. Beatriz, junto al príncipe heredero Guillermo Alejandro y la princesa Máxima, se encuentra en visita oficial en Omán. La polémica estalló el miércoles, cuando la reina se vistió con el tradicional velo islámico, elegantemente colocado por encima de su sombrero, como gesto de respeto al islam durante una visita a la Gran Mezquita en Abu Dhabi. El PVV de Geert Wilders, absuelto en un juicio celebrado el año pasado en Holanda por supuesto odio al Islam, criticó este hecho en un debate parlamentario e incluso utilizó durísimas palabras contra el gesto de la monarca: "Es lamentable", declaró. "¿No se podría haber evitado esa lamentable imagen de mal gusto?", preguntó el PVV en una intervención en el Parlamento. El partido de Wilders agregó en su intervención: "¿No se da cuenta la Jefa de Estado que de esa manera está dando legitimidad a la discriminación de las mujeres?".

La reina no vaciló ayer al calificar los comentarios del PVV de palabras "sin pies ni cabeza". La Casa Real holandesa no tuvo que salir al paso de los comentarios del PVV, dado que fue la propia reina, en un gesto muy poco habitual, quien optó por responder a Wilders. Para reafirmar su gesto, en su visita a la principal mezquita de Omán la reina Beatriz volvió ayer a ponerse el velo islámico.

En relación con esa visita, no han faltado los comentarios en Holanda sobre el enfrentamiento entre la reina y Wilders. Algunos son bienintencionados y otros un poco menos. De Volkskrant publicó en su web un amplio dossier sobre la visita de la reina e incluyó un fotomontaje de dudoso gusto. No obstante, según los medios holandeses, aunque es la primera vez que se produce un roce tan directo entre la reina y un político en su país, no han faltado ocasiones desde 2007 en las que el PVV ha cuestionado la monarquía. Uno de los momentos más sensibles se produjo precisamente tras el discurso de Navidad de diciembre de 2007, cuando Beatriz abogó por una sociedad multicultural. Wilders aseguró entonces: "Se trata de un discurso político contra nosotros... El ideal multicultural es promovido por alguien que no ha sido elegido (democráticamente) y a quien yo no considero un interlocutor político. Creo que habría que echarla del Gobierno, como si fuera una liebre". El PVV presentó el miércoles una pregunta parlamentaria en la que calificaba de "lamentable" el hecho de que la reina llevase el velo islámico. Según De Volkskrant, declaraciones de este tipo por parte de la reina son muy poco frecuentes. Nunca antes la monarca había reaccionado de manera tan clara y directa en relación con la política interna en su país. Tampoco se había dado el fenómeno de que un partido se encarara de forma tan obvia con un jefe de Estado.