Bilbao. "Zuretzat ilargia lapurtuko nuke gauero..." Concentrados y llevando el ritmo con precisión, medio centenar de niños cantan la celebérrima canción de Ken Zazpi mientras un auditorio de pequeños de todas las edades escucha absorto la melodía. Pero, la imagen no está tomada en Gernika, donde nació el combo vizcaino ni en una ikastola. Son niños de 5º y 6ª de Primaria de la escuela local de Llanfairpwll, un pequeño pueblo de Gales, que apenas sabían nada de Euskadi hasta que un joven gasteiztarra aterrizó en su colegio para hacer sus prácticas de maestro y les encandiló con Ilargia.

"La actuación la hicimos hace casi un año pero la he colgado ahora en Youtube por la nostalgia", explica desde el otro lado del hilo telefónico Iñaki Piérola, de 21 años, responsable de que el vídeo Welsh children singing Basque song esté teniendo una excelente acogida en internet. Ayer se acercaba a las 10.000 visitas. El gasteiztarra aterrizó el año pasado en la escuela galesa de Llanfairpwll para realizar las prácticas al término de sus estudios de Magisterio de Educación Física, que realizó en Mondragon Unibertsitatea. Ahora, desde Salamanca, donde saca el grado de Inglés, disfruta de la repercusión que tiene en Internet su pequeña iniciativa que acercó la cultura y la lengua vasca a sus pequeños alumnos galeses. "Cuanto más les hablaba de Euskadi, más les interesaba. Me acribillaban a preguntas y les veía muy identificados con nosotros, por tener una cultura y un clima parecido, así como un idioma minoritario".

saber más de los vascos Piérola llegó a principios de 2011 para impartir dos meses de clases de Educación Física. Con 3.000 habitantes, esta localidad del norte de Gales, con una fuerte implantación del idioma autóctono, es conocida porque posee el topónimo más largo del Europa y el tercero del mundo: aunque se le conoce por su versión abreviada, el nombre oficial de la localidad es Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch. Y no es broma.

Durante las clases descubrió que a chavales querían saber más de Euskadi. Ayudado de un powerpoint, les explicó cómo son los vascos. "Las fiestas de La Blanca o los Sanfermines les alucinaron", explica. En este proceso de intercambio, Iñaki también aprendió algo: la flexibilidad del sistema educativo británico y la incidencia en materias, como la música, que en otros lugares pueden parecer secundarios, hacen que los niños se sientan mucho "más motivados".

"Me di cuenta de que allí todo el mundo, todos los niños y todos los profesores saben tocar instrumentos, pero no se limitan a la flauta como aquí; uno toca el violín, otro la batería, el trombón... Les cogí tanto cariño que quería que se acordaran de mí", recuerda. Así que planteó a la dirección que le dejaran preparar una canción en euskera con los chavales. Ningún problema. "Fue increíble todo el proceso", enfatiza.

"Estuve con la duda entre Ilargia, de Ken Zazpi, y Lau teilatu, de Itoiz, pero descarté esta última porque me parecía un poco más tristona. Ilargia era más pegadiza, más fácil y el nananana que se repite varias veces les hacía mucha gracia a los chavales". Sus niños pertenecían a tres grupos de 5º y 6º curso, medio centenar de escolares de entre nueve y once años con los que tenía que ensayar todos los días "a tope" después de las comidas, grupo a grupo, durante dos semanas.

traducida al inglés Se dio cuenta "emocionadísimo" de que ya en las primeras clases sus alumnos habían pillado Ilargia. "Al segundo ensayo ya estaban medio cantando". Para ayudarles a entender el mensaje de la canción, tradujo Ilargia al inglés.

Y a finales de febrero llegó el gran día. Se reunieron los trescientos niños del colegio, desde preescolar a los de 6º curso. "Con mucha vergüenza tuve que hacer una presentación de lo que era el País Vasco para que los más pequeñines entendieran aquello y, a continuación, nos pusimos a cantar".

El resultado se puede visionar en Youtube. En un vídeo con un audio aceptable, se ve a Iñaki a la guitarra, dirigiendo el miniconcierto ayudado por una profesora al piano y un alumno a la batería. Por detrás, proyectadas las letras en euskera e inglés de Ilargia, mientras los chavales hacen una inmejorable interpretación de éxito de los gernikarras.

Maestro "vocacional", Iñaki Piérola quiere repetir experiencia y realizar prácticas en colegios de Estados Unidos y Nueva Zelanda. ¡Quién sabe si Ken Zazpi le acabará pagando royalties!