vitoria. África, Asia, América, Europa y Oceanía. No es difícil conocer, educación escolar mediante, los cinco continentes. Más difícil resulta escoger cuál es el mejor cortometraje facturado anualmente en cada uno de ellos. A ello se dedica, entre otros menesteres, el Festival de Cortometrajes de Aguilar de Campoo, que este año cede a la remozada programación de Cortada esta selección de piezas, hoy proyectadas en Artium.
Será a partir de las 19.00 horas, en la primera de las sesiones paralelas mostradas por el decimoquinto festival del ramo audiovisual. En el quinteto de ganadores del palmarés palentino se incluyen Colivia, del rumano Adrián Sitaru; No me ama, del argentino Martín Piroyansky; Garagouz, del argelino Abdenour Zahzah; Laharog Dvorah, de los israelíes Tal Granit y Sharon Maymon; y The not so great Eugene, del australiano Michael Hill.
Una exótica, cosmopolita -o cómo se quiera calificar- selección que servirá como complemento a la reunión de piezas que optan a los premios del concurso gasteiztarra. Un compendio que seguirá desgranándose esta noche (20.30) en la otra sede del encuentro cinematográfico, la que dispone una vez más la pantalla de los cines Guridi.
El sexteto de trabajos que se proyectan esta noche en la calle San Prudencio supone la tercera remesa de obras del apartado de ficción. Se trata de Dicen, de Alauda Ruiz de Azua; Pornobrujas, de Juan Gautier; Danzantes, de Liz Lobato; La granja, de Ignacio Lasierra; Maquillaje, de Alex Montoya; y Ramona, de Juan Cavestany.
Cortada atraviesa a lo largo de esta tarde-noche su ecuador, con un nuevo doblete de sesiones en su conexión entre Artium y Guridi. Secciones paralelas y oficiales seguirán compartiendo con el público sus piezas hasta que la fiesta del viernes anuncie los ganadores de esta edición.