Los Ángeles. Mucho antes de que llegue la gran noche, los Oscar ya están dando titulares. El productor y el presentador se han marchado. Faltan apenas tres meses, pero la edición de este año ya tiene sus primeros perdedores. Al igual que un sangriento drama de Hollywood, acaban de rodar cabezas y al rescate salta Billy Crystal, que se subirá al escenario el 26 de febrero para conducir por novena vez la gala de los premios del cine más importantes ystadel mundo.
El primero en tirar la toalla fue el director Brett Ratner tras unas declaraciones homófobas. "Las pruebas son para maricones", dijo el realizador, de 42 años. Y aunque rápidamente se disculpó por sus declaraciones "hirientes y estúpidas", acabó presentando su dimisión. Entonces, el actor Eddie Murphy, un buen amigo, también anunció que dejaba la gala. Fue Ratner quien le contrató en septiembre como presentador de la 84 edición de los Premios de la Academia, que es seguida por millones de personas en todo el mundo. Tras todos estos acontecimientos, la Academia decidió apostar por un valor seguro. Rápidamente contrató a uno de los productores más conocidos, Brian Grazer, quien ya sabe lo que es el honor de recoger un Oscar. El jueves, el presidente de la Academia,Tom Sherak, se mostraba contento con la elección del presentador: Billy Crystal. "Es toda una leyenda en el comedia, y un icono de los Oscar y está bien tenerlo en el lugar que le corresponde". Crystal ha presentado los Oscar en ocho ocasiones, y en febrero volverá a hacerlo.
¿Pero se puede hablar de un happy end tras el traspiés inicial? Después de todo Crystal ya era un chico de oro en 1998, cuando el supertaquillazo Titanic hizo que 55,2 millones de personas se quedaran pegadas a la pequeña pantalla. Ese año fue el que mayor audiencia ha tenido la gala. Crystal debutó presentando los Oscar en 1990, poco después del éxito de Cuando Harry encontró a Sally. Ahora tiene 63 primaveras y desde hace años ninguna de sus películas ha sido un éxito. Es cierto que sigue haciendo chistes simpáticos, pero no es provocador. Y una prueba de ello es el comentario que hizo en Twitter para anunciar que iba a presentar la gala. "Voy a presentar los Oscar para que la joven de la farmacia deje de preguntarme mi nombre cuando voy a recoger mis medicinas", escribió. No es que prometa un nuevo impulso a este show que año a año se va acartonando. Los organizadores buscan desde hace tiempo cambiar el formato para atraer a un público más joven y hacer subir los índices de audiencia. La Academia ya puso se arriesgó con Chris Rock, Whoopie Goldberg y John Stewart, que aportaron comentarios más frescos y más cargados de ironía. Alec Baldwin y Steve Martin apenas consiguieron dar el año pasado un aire más fresco a la gala, y por ello este año se apostó por jóvenes valores de la meca del cine, James Franco y Anne Hathaway, pero por lo demás todo siguió como antes.