Vitoria. Tras casi una década de existencia, los días del ente público Cultural Álava están contados. En diciembre, el Ayuntamiento de Gasteiz, la Diputación y Caja Vital firmarán el acta de disolución del organismo público, un formalismo oficial necesario para hacer realidad una decisión que, como ayer anunció la consejera municipal Encina Serrano, ya está tomada.

"No tiene sentido continuar y menos en tiempos de crisis", explicó la responsable popular durante la presentación de la campaña navideña de la Red Municipal de Teatros, una temporada en la que, hasta ahora, Cultural Álava siempre había organizado un concierto, algo que no pasará este año. "El dinero de este ejercicio ya estaba gastado y es una tontería hacer una inversión para que el dinero revierta en nosotros", describió Serrano, una de las personas que ayudó a montar el ente a principios de siglo siguiendo la idea impulsada por el ex diputado de Cultura Pedro Sancristóval.

Lo cierto es que a lo largo de esta década, el organismo ha ido perdiendo presencia, utilidad y capacidad de acción, limitándose en los últimos cuatro años a ser un recibidor de importantes cantidades de dinero público procedentes de las administraciones y la entidad financiera para luego, con ese presupuesto, apoyar determinadas iniciativas de gran calado cultural, económico y turístico como el Azkena Rock Festival y el Festival de Jazz, sin olvidar las subvenciones a citas más modestas como el Festival de Órgano o el FesTVal.

De este modo, habrá que ver qué sucede a partir de enero con estos patrocinios conjuntos, sobre todo a tenor de la situación de la Vital.