vitoria. La habitación de la música, la sala de los espejos, el teatrito barroco, la pinacoteca, el jardín real... Son las estancias donde se baila Barroco, la pieza que esta tarde, a partir de las 18.30 horas, construye el teatro familiar en el Principal, de la mano de T.P.O.

"Cada uno de estos ambientes reserva sorpresas continuas e invita a nuestros ojos y a nuestros oídos a entrar en un mundo donde todo se puede transformar gracias al soplo de la belleza", explican desde el grupo transalpino, que une a la danza videoproyecciones y tecnología interactiva para aportar si cabe aún más plástica a su propuesta escénica.

En los últimos años, la compañía ha desarrollado una poética teatral basada en la creación de ambientes donde el público y los intérpretes se relacionan directamente con la escena gracias al uso de sensores ocultos controlados a través de tecnología computerizada. En la escena propiamente dicha, serán dos bailarinas -Carolina Amoretti y Stefania Rossetti- las que ofrecerán al público las coreografías de Paola Lattanzi a través de un juego de pequeños pasos.

Sobre el escenario se sucederán trucos e imágenes extrañas. El viento abrirá las puertas, moverá los telones, y elevará al público a un viaje "por el aire, como burbujas de jabón". Los espectadores se encontrarán inmersos entre los símbolos del arte barroco que más se acercan al imaginario infantil. Sus vuelos, sus saltos, sus impulsos... La danza permitirá transcurrir por esta sucesión de habitaciones giratorias donde el espacio escénico se propondrá en continuo movimiento.

Este castillo es el escenario, y el protagonista, de una coreografía que revela huellas y secretos. T.P.O. tratará de conducir al público por una experiencia sensorial dinámica y envolvente, inspirada en las maravillas reales del Palacio de Vaux-le-Vicomte de París.