Oviedo. El escritor y cantante canadiense Leonard Cohen anunció ayer en Oviedo, donde mañana recibirá el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2011, que acaba de terminar su nuevo disco Old ideas, diez canciones nuevas que ya ha tocado para algunas personas y "parece que gustan". No obstante, aunque sí que le gustaría, no tiene tan claro si iniciará una nueva gira tras la publicación de este trabajo, el duodécimo de su carrera, que posiblemente vea la luz a finales de año.
Cohen obtuvo el Príncipe de Asturias por saber contar la vida "como una balada interminable" y haber creado "un imaginario sentimental" en el que se funden la poesía y la música y ser poseedor de una obra que ha influido en tres generaciones de todo el mundo. Este trovador de voz cavernosa, nacido en Montreal en 1934, ofreció en la capital asturiana una rueda de prensa a la que llegó con su habitual sombrero y sin atender a los requerimientos de firmas de autógrafos. Eso sí, nada más empezar agradeció el recibimiento que ha tenido en Asturias y pidió disculpas por no hablar español pese a estar "muy influenciado" por esta cultura, por poetas como Federico García Lorca, así como por el flamenco o la guitarra española. De hecho, recordó que esa influencia se aprecia incluso en el nombre de su hija Lorca, en honor del poeta granadino, a quien también dedicó su canción Take this Waltz. El cantante reiteró que Lorca fue el poeta que más le influyó en su adolescencia y que, tras empezar a leer sus poemas con 15 años, conoció un "paisaje tremendamente familiar" y que era "muy cercano al silencio".
De gran profundidad poética, Cohen comenzó a escribir a los 16 años y a los 22 publicó su primer título. "Lorca fue el primer poeta que me invitó a vivir en su mundo", aseguró este artista que ha sido calificado por algunos como el "poeta de la soledad" y que ayer afirmó que a la hora de crear a veces también es buena la compañía. Cohen afirmó que "música y poesía nacen juntas" y que, a semejanza de una cadena, una frase puede sugerir un acorde o unas palabras el movimiento de la guitarra. En cualquier caso, sí que garantizó que no se trata de una cuestión de ponerse delante de una mesa y elegir, sino que normalmente trabaja en la oscuridad, buscando en el fondo o luchando contra la incompetencia en un proceso "muy desordenado".
No se ha planteado tampoco si con sus letras y canciones ha influido en alguien o al revés sino que cuando escribe o coge la guitarra lo hace siempre como "un principiante. Cohen reconoció sentir simpatía hacia el movimiento de los indignados porque también tiene amigos que han perdido el trabajo y lo pasan mal, y lamentó que se recorten gastos destinados a la cultura.