Vitoria. En paralelo corrían ayer las reacciones de la Asamblea Amarika y el Consejo de las Artes Musicales, que no habían sido informados por el ente foral de la decisión que anunciaba radiofónicamente la diputada de Cultura, Iciar Lamarain, de cancelar los dos proyectos culturales. Ambos, además, habían solicitado desde hace tiempo una reunión con la diputada, solicitud que sólo había contado con la callada por respuesta.

La sorpresa era parcial, "habida cuenta del silencio que mantenía", explicaba ayer -nada más recibir la noticia desde este periódico- Ibon Saenz de Olazagoitia, uno de los miembros de la asamblea. Sus primeras reflexiones viajaban a cuál será ahora el destino de la partida del proyecto y de qué manera "se va a prestar atención al arte local y a la creación de los artistas de aquí".

La intuición le lleva a pensar que Artium volverá a asumir ese trabajo. "Ya lo hicieron en su día cuando se cerró la sala Amárica, pero no se vio el resultado; Artium tiene su tarea y en principio no es atender el arte local". A partir de ahora, tras finalizar el proyecto Hospitalarios y una muestra en la Casa de Cultura -Inmersiones continuará con otros apoyos-, tocará volver a fiscalizar la labor del ente foral "y del Ayuntamiento", y se abre un período de debate. "Teníamos claro que no solamente la relación con Diputación sostenía a la asamblea".

También con la llamada de este periódico descubrían algunos miembros del Consejo de las Artes Musicales la inminente desaparición de este órgano, todavía a la espera de que Iciar Lamarain respondiera a la solicitud de entrevista que le habían remitido. Carlos Seco, uno de los integrantes del consejo por su condición de director del conservatorio Jesús Guridi, se lamentaba por esa poca disposición al diálogo, preguntándose por qué, de repente, esta labor especializada no se consideraba necesaria.

No comunicarles antes de su anuncio la decisión no parece el más adecuado de los protocolos, pero evita, claro está, cualquier reacción. "El detalle es feo, y me hace dudar de que la Diputación tenga criterios objetivos", opinó, cuestionándose la decisión y los orígenes de su razonamiento. "Habrá que ver qué planteamientos tiene", añadió Seco sobre esta "decisión tomada a la ligera", borrando de un plumazo los criterios de este equipo y de su trabajo por el fomento de la música en Álava. La política debe funcionar como herramienta para la cultura, "no usar la cultura como política". Extraño esto de hablar de música y hacer oídos sordos.