Vitoria. Debussy made in Gasteiz. "Pianista de la casa", Alfonso Gómez jugó hace ya casi un año -29, 30 y 31 de octubre- con un Steinway de 1915, traído expresamente desde Donosti, para registrar los Preludios para piano del compositor francés, que suponen, doce meses después, un nuevo registro en la colección Espacio Sinkro Records.

No habrá conciertos de presentación del registro, al estilo de las rutinas pop. Descubre el profano que en la música clásica, culta o como quiera uno llamarla, el proceso es inverso al canon y la grabación no es el primer paso sino la culminación de un proceso del intérprete.

Un proceso que, en el caso del músico gasteiztarra, supone la rubrica a "un reto" de dos años de profundización y trabajo en la obra de Claude Debussy, labores que precisamente se conjugan con dos partes, en un disco doble. "Es un compositor que dio como nadie importancia al sonido en sí mismo", explica Gómez, que valora sobremanera su capacidad de reinventar el concepto musical, cómo "se quiso liberar de esa tradición, de esas reglas, algo que los compositores de hoy en día todavía le agradecen", añade en una nueva visita al conservatorio de su Gasteiz natal, donde se siente muy a gusto, "casi como parte del mobiliario".

El que está al frente de todo el patrimonio mueble, el director del Jesús Guridi, Carlos Seco, considera incluso la aportación de Debussy como -sin desmerecer- "más importante que la que pudo tener la Escuela de Viena", incidiendo en la exploración del sonido del autor galo, "desde otro punto de vista, como herramienta de composición". Seco destacó el label completamente alavés de un trabajo que le sirve como trampolín para una reclamación, para una denuncia. "Es el momento de reclamar más producción local, hay que generar y no sólo consumir cultura". Esta nueva pieza, que podrá encontrarse, entre otros espacios, en Elkar, supone una ejemplificación de que el capital humano de Vitoria puede moverse en cualquier campo con completa soltura. En plena rueda de prensa, se escucha un piano de fondo. El conservatorio, como muchos rincones culturales de la ciudad, siempre está en marcha.