Madrid. Dos monstruos juntos, la última novela de Boris Izaguirre, responde fielmente a su espíritu de "cronista" y a su sentimiento de que, ante una debacle económica como la actual, no podía dejar pasar la oportunidad de indagar en los peligros que acechan tras la corrupción.

Aunque el escritor advierte de que no es "juez de nada", reconoce que la novela tiene moraleja: "no podemos seguir pasando por la vida creyendo que individualmente no somos responsables de nada de lo que sucede en el mundo". En su opinión, la responsabilidad de la actual crisis mundial no es exclusivamente de los presidentes y los banqueros, por lo que considera que todo el mundo debería reflexionar como ciudadano sobre su propia responsabilidad.

"Todos nos creímos que las hipotecas eran fáciles de obtener y pagar y nos creamos necesidades ficticias por las cuales no podíamos vivir sin tener el móvil de última generación", señala el autor. Dos monstruos juntos se adentra en el universo de los negocios sucios, la corrupción, el dinero fácil y los paraísos fiscales, y en ella, a través de la crítica social, traslada al lector a la decadencia del mundo de los valores de la mano de una pareja de éxito, Alfredo y Patricia, dos empresarios hosteleros que ascienden en la escala social mientras caen por la pendiente de la corrupción. Y como telón de fondo, el 15 de septiembre de 2008, cuando Lehman Brothers protagoniza la mayor quiebra financiera de la historia, un momento en el que una parte del mundo occidental y de Europa se convierte "en otro tipo de continente". En la novela, Alfredo es un cocinero español de éxito a quien su mujer introduce en las altas esferas sociales de Nueva York y Londres, en una relación que para ella es más una transacción económica que un acuerdo sentimental de por vida. La obra no habla tanto del amor como de la pareja, que forma por sí misma un personaje e invita a reflexionar sobre "el peligro de formar una pareja" porque, según la visión de Izaguirre, "toda pareja de larga duración está destinada a hacer una serie de arreglos y asumir condiciones que terminan por convertirlos en dos monstruos juntos".